Evitar a las mujeres a toda costa: el movimiento #MeToo afecta a los ejecutivos de Wall Street
El movimiento #MeToo ha llegado también a Wall Street, que ha reaccionado revisando varias reglas de comunicación con las mujeres que trabajan en el sector financiero. Los comentarios de más de 30 altos ejecutivos recogidos por Bloomberg sugieren que muchos de ellos están asustados por las tendencias actuales e incluso intentan cambiar sus estándares personales y corporativos de comportamiento.
En Wall Street, los hombres están adoptando estrategias controvertidas para evitar sospechas de acoso, entre ellas evitar reuniones individuales con mujeres en la oficina o encuentros informales fuera del trabajo. Muchos de los hombres entrevistados reconocieron que quedarse a solas con sus colegas femeninas, especialmente si son jóvenes o atractivas, les produce inquietud por miedo a los rumores que eso pueda suscitar.
Un gerente de inversiones en infraestructura dijo, por ejemplo, que ya no se reúne con empleadas en habitaciones sin ventanas y que mantiene cierta distancia con ellas en los ascensores. Un gerente de capital privado reconoció, a su vez, que se ha impuesto la regla de no tener cenas de trabajo con mujeres de 35 años o menos.
"Una verdadera pérdida"
Uno de los entrevistados por el portal dijo que en estos días contratar a una mujer ya supone "un riesgo desconocido". Como resultado, la vida se ha vuelto aún más difícil para las mujeres que quieren triunfar en la industria.
"Las mujeres intentan encontrar ideas sobre cómo lidiar con eso, porque está afectando nuestras carreras. Es una verdadera pérdida", dijo Karen Elinski, presidenta de la Asociación de Mujeres Financieras y vicepresidenta senior en Wells Fargo & Co.
Las mujeres intentan encontrar ideas sobre cómo lidiar con eso, porque está afectando nuestras carreras
Por su parte, Stephen Zweig, un abogado laboral de Ford Harrison, afirma que "si los hombres evitan trabajar o viajar solos con mujeres o dejan de asesorar a las mujeres por temor a ser acusados de acoso sexual", podrían recibir quejas no por acoso sexual sino por discriminación.
Es decir, dado el predominio masculino en los principales puestos de trabajo de Wall Street, una de las consecuencias más apremiantes para las mujeres es la pérdida de mentores masculinos que pueden ayudarlas en sus carreras. Como resultado, el impacto general del movimiento puede llevar a la segregación de género en el sector.