Jugadoras del fútbol femenino afgano acusan a directivos de su federación de abusos sexuales

Las deportistas denuncian numerosos abusos, violaciones y amenazas por parte del presidente de la Federación de Fútbol de Afganistán y de otros empleados de la entidad.

Este 4 de diciembre, el mismo presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, anunció una investigación sobre las denuncias de varias jugadoras de la selección nacional de fútbol femenino que aseguran que fueron abusadas sexualmente por parte de entrenadores y directivos de la Federación nacional (AFF), informa TOLO News. El jefe del Estado afgano hizo el anuncio a raíz de un reportaje de The Guardian sobre las supuestas agresiones.

En el citado artículo, el diario recoge los testimonios de una de las responsables del fútbol femenino afgano y jugadora Khalida Popal; las jugadoras Shabnam Mobarez y Mina Ahmadi, y la entrenadora del equipo, la estadounidense Kelly Lindsey. El caso está siendo estudiado también por la FIFA.

En sus declaraciones, las mujeres denunciaron numerosos abusos físicos y mentales, violaciones y amenazas por parte del presidente de la Federación Afgana de Fútbol, Keramuddin Keram, y de varios empleados más de la misma.

Asimismo, Khalida Popal, que es también exjefa del departamento de fútbol femenino de la Federación, comentó a The Guardian que Keram había acosado sexualmente a jugadoras en una habitación de su oficina, diseñada de modo que solo se abría desde el interior, por lo que era posible encerrar a las mujeres allí.

Popal también relató cómo en febrero de este año organizó un campamento de prácticas en Jordania, y la AFF envió a un entrenador y un funcionario como acompañantes de las jugadoras, los cuales abusaron sexualmente de ellas. En ese momento la entrenadora llamó al presidente para informarle de los abusos, y Keram prometió sancionar a los agresores.

Sin embargo, cuando las jugadoras amenazaron con denunciar las acciones, el presidente expulsó a nueve jóvenes del equipo –entre las cuales estaban algunas de las mejores–  con el pretexto de que eran lesbianas. Esta acusación se considera como muy grave en Afganistán, porque perjudica la reputación del acusado y pone en peligro a su familia, asegura Popal.

Después de que el caso saliera a la luz, la Federación de Fútbol de Afganistán emitió un comunicado en el que afirma tener "una política de tolerancia cero hacia dicho comportamiento" y admite que se necesita "información objetiva específica y pruebas" para abrir una investigación.

Asimismo, el escándalo ha provocado que el principal patrocinador de la selección femenina afgana, la compañía danesa de ropa deportiva Hummel, haya retirado su respaldo del equipo a causa de "la grave e inapropiada conducta y abuso de poder" por parte de los directivos de la AFF.