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Sentinel del Norte gana popularidad tras el asesinato de un misionero bajo flechazos aborígenes
Ciertos internautas aseguran que la isla, habitada por una de las tribus más aisladas y peligrosas del mundo, es "un gran lugar" para visitar.
La isla Sentinel del Norte, en el océano Índico, ha ganado popularidad entre los internautas tras el reciente asesinato del misionero estadounidense John Chau a manos de la etnia más aislada y peligrosa del mundo, informa India Today.
Su pequeña superficie, nominalmente bajo soberanía de la India, es el hogar de la tribu Sentinelese, una de las más aisladas del planeta. Los sentineleses se protegen de los invasores no deseados desde los tiempos más remotos.
El pasado 16 de noviembre, Chau decidió visitar la ínsula para sembrar la Palabra de Dios. Pero no tuvo buena acogida: los indígenas lo recibieron a flechazos. Al día siguiente, pescadores que rondaban sus aguas vieron que los aborígenes estaban enterrando el cuerpo del misionero.
Famosa por hechos similares, de Sentinel del Norte cabría esperar críticas bastante desagradables en los sitios de turismo y redes sociales. Sin embargo, contrariamente a todas las expectativas, la isla ha recibido una puntuación de 3,9 sobre un máximo de 5 en el resultado de búsquedas de Google, que acumula más de 4.000 visitas.
Pero lo más interesante son los comentarios dejados por las personas que dicen haber visitado el lugar. India Today cita algunas reseñas dejadas en el motor de búsqueda, donde un usuario escribe que durante una cena con su novia en un restaurante del archipiélago, los meseros los "interrumpían con flechas y amenazas de muerte". "La comida estuvo bien. No estoy seguro de qué era, pero sabía a carne de pollo o cerdo, o posiblemente humana", agregó.
Pero hay comentarios aún más extraños sobre esa isla. "Es un gran lugar, pero desafortunadamente la comida no estaba tan buena. Se suponía que mi pierna derecha debía estar perfectamente cocida, pero aún estaba un poco cruda", comentó otro internauta. Una tercera persona dijo haber vivido "una gran experiencia" pese a "tener flechas incrustadas" en la mejilla.
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