China da este viernes un nuevo paso para sumarse a la carrera espacial al lanzar la sonda Chang'e-4 en el cohete Long March 3B, que viajará durante 27 días hasta posarse en el cráter Von Kármán, ubicado en el sector oculto de la Luna, que aún no fue explorado, detalló el portal Space.
Una vez que lleguen a la región de la cuenca de Aitken, el aterrizador y un róver comenzarán las investigaciones que podrían revelar detalles sobre la historia del lugar a través de la recolección de rocas. Además, se espera que la profundidad del cráter también permita el estudio de la corteza y del manto de la región lunar más alejada de la Tierra.
La importancia de la misión de Chan’e-4 (llamada así en homenaje a la diosa de la Luna en la mitología china) radica en que el sector lunar al que está dirigido tiene una composición diferente a los sitios que ya fueron explorados.
En tanto, previo a su lanzamiento, en mayo último fue puesto en órbita el satélite Quegiao, que facilitará las comunicaciones entre la misión y los controladores en Tierra.
Los objetivos
Yingzhuo Jia, de la Academia de Ciencias de la Universidad de China, y su grupo de trabajo detallaron que además de estudiar el lado oscuro de la Luna, intentarán realizar un estudio radioastronómico de baja frecuencia de la superficie y análisis topográficos y de la composición mineralógica de la región a la que llegará el róver.
El proyecto incluye también un experimento biológico, ya que Chang’e-4 lleva semillas de papa y arabidopsis, una planta emparentada con el repollo y la mostaza, y huevos de gusanos de seda, anunció la agencia Xinhua. Esta minibiosfera lunar fue creada por 28 universidades del gigante asiático.
El próximo objetivo de China será lanzar la sonda Chang’e-5, que tendrá como misión traer a la Tierra muestras de la Luna.