En la reunión que ha mantenido este jueves, el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido que se mantendrá sin cambios en sus principales tasas, que permanecen en mínimos históricos. Espera que conserven estos niveles al menos hasta el verano de 2019.
Con respecto a su programa de compra de deuda, que finalizará este diciembre, el Consejo tiene la intención de continuar reinvirtiendo, en su totalidad, los pagos de capital de los valores que vencen adquiridos en virtud del programa durante un periodo prolongado posterior a cuando comiencen a elevarse las tasas de interés.
En comparecencia ante los medios, el presidente del BCE, Mario Draghi, ha puntualizado que todavía se necesita "un estímulo significativo de la política monetaria para respaldar la mayor acumulación de presiones de los precios internos y la evolución de la inflación en el mediano plazo".
Asimismo, Draghi ha afirmado que los riesgos que rodean la perspectiva de crecimiento de la zona euro todavía "se pueden evaluar como ampliamente equilibrados", aunque ha advertido de los riesgos que suponen "la amenaza del proteccionismo, las vulnerabilidades en los mercados emergentes y la volatilidad del mercado financiero".