La compañía desarrolladora de vehículos autónomos Waymo ha tenido que hacer frente a la agresiva resistencia de los habitantes de uno de los lugares donde está probando sus coches, informa Arizona Republic.
Aunque la empresa, propiedad de la compañía matriz de Google, Alphabet, asegura que los residentes del estado de Arizona (EE.UU.) saludan la tecnología que la compañía está incorporando a sus carreteras, la ciudad de Chandler, con una población de 250.000 personas, ya ha registrado 21 conflictos con coches Waymo en los últimos dos años.
De hecho, la cifra real es aún mayor, ya que los operadores de coches autónomos prefieren denunciar los casos de agresión a Waymo y no a la Policía.
"Todos odian a los conductores de Waymo"
Si en cuatro ocasiones un residente local lanzó piedras contra uno de estos coches, en otro episodio una persona se acercó a un Waybo que se encontraba parado en un atasco y le pinchó un neumático.
En agosto de 2018 un hombre de 69 años apuntó con una pistola a un auto Waymo, después de lo cual declaró a la Policía que solo quiso asustar al operador porque odia estos coches, recordando la muerte de una mujer arrollada por un coche autónomo de Uber, otras compañía desarrolladora.
Ese mismo mes un vecino de 37 años en estado ebrio se interpuso en el camino de un coche de este tipo porque —dijo— "está harto de los Waymo que circulan en su barrio", reza un informa policial.
El año pasado un todoterreno trató repetida veces de provocar un accidente de tráfico con coche autónomos, circulando ocasionalmentefrente a ellos, de tal forma que el operador debía cambiar al control manual para evitar colisión. En otra ocasión el todoterreno adelantó a un coche autónomo y frenó de repente. Una mujer salió del vehículo y empezó a lanzar gritos contra Waymo para que se marchara de su barrio.
En determinadas ocasiones los vecinos llaman a la Policía cuando ven un coche Waymo. "Todos odian a los conductores de Waymo. Son peligrosos", dijo un residente al medio.
Pese a todo, Waymo asegura en un comunicado que "en los últimos dos años han visto que los arizonenses están abiertos y entusiasmados ante el potencial de esta tecnología destinada a hacer nuestras carreteras más seguras".