Ciclista español se salva de morir tras dormir en una carpa a -50 ºC mientras recorría Siberia

Andrés Abian Pajares se quitó un guante y se le congelaron los dedos de una mano.

Andrés Abian Pajares, un aventurero español que pretendía recorrer en bicicleta los 4.658 kilómetros que separan las dos ciudades rusas de Magadán e Irkutsk, ha evitado su muerte por poco gracias a que le han rescatado tres habitantes de la zona, informan medios locales.

Ese hombre ya había realizado trayectos de larga distancia en otros rincones del mundo pero, en esta ocasión, le sorprendió el frío extremo. Pajares no esperaba que, mientras acampaba en su tienda de campaña, la temperatura nocturna alcanzara casi los -50 ºC.

De hecho, en su blog aseguró que era consciente de que en su travesía podría enfrentar hasta -60 ºC, pero realmente esperaba que fuera "solo" -30 ºC.

Cuando este ciclista tuvo que recibir asistencia el pasado 14 de diciembre —luego de ser salvado por Vaja Chemurziev, Movsar Mutsólgov y Aslán Jabriev, los tres jóvenes originarios de la región rusa de Ingusetia—, los médicos constataron que tenía varios dedos congelados.

El protagonista de los hechos aseguró que es un viajero con experiencia y estaba completamente equipado para cualquier circunstancia, pero sufrió una simple desgracia porque se durmió y se quitó un guante.

Más tarde, Andrés Abian Pajares tomó un autobús a Magadán, donde permanece retenido y no puede comprar un billete de avión a Moscú debido a que los pasajes se han agotado por las fiestas navideñas.

En esta fotografía, Chemurziev, Mutsólgov y Jabriev posan con el aventurero español.