Un grupo de psicólogos estadounidenses ha concluido que las discusiones regulares en un matrimonio pueden propiciar la longevidad de los cónyuges, pero solo si las reacciones emocionales de ambos miembros de la pareja son simétricas o ambos moderan recíprocamente su conducta.
La investigación que ha llevado a los psicólogos de la Universidad de Arizona a esta conclusión duró 32 años. Durante todo este tiempo los investigadores monitorizaron las peleas de 194 matrimonios y resumieron los resultados de sus observaciones en un artículo que publica en su última edición la revista Psychosomatic Medicine.
Tanto mujeres como hombres corrían un mayor riesgo de muerte prematura cuando sus estilos de respuesta ante el enfado del cónyuge diferían con el de su pareja. El grado de desajuste entre esos estilos de respuesta puede ser un importante indicio a largo plazo del riesgo de mortalidad temprana en las personas casadas, dedujo el equipo.
No callar lo que siente cada uno
El menor riesgo de muerte prematura lo corren las parejas en las que tanto el marido como la mujer exteriorizan lo que sienten: respectivamente el 24 % para él y el 18 % para ella. No obstante, que ambos moderen su comportamiento respecto al estilo de discusión del otro también prolonga la vida.
En cambio, si uno de los dos suprime la ira para reconciliarse lo antes posible, el riesgo de muerte aumenta. Con el tiempo, las diferencias de enfoque ante una discusión hacen que las discusiones se vuelvan cada vez más frecuentes.
"Es posible que uno opte por desacuerdos más acalorados, mientras que su pareja no quiere tenerlos, dejando a ambos insatisfechos con la forma en que se manejan sus conflictos", comentó el psicólogo Kyle Bourassa, director del estudio. "Eso podría resultar en un mayor estrés diario que afectaría la salud de ambas personas a largo plazo".
De esta manera, los matrimonios que mejor ajustan los estilos interpersonales de discutir acaban teniendo menos conflictos en comparación con otros. Uno de los resultados de este ajuste es un mejor estado de salud, creen los científicos.
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