Algunos dinosaurios voladores (pterosaurios, científicamente hablando) lucían plumajes como los que hoy tienen las aves. Otros eran tan peludos como gran parte de los mamíferos en las épocas posteriores.
Un artículo publicado este 17 de diciembre en el suplemento Ecology & Evolution, de la revista Nature, deja claro que ambas ideas sobre el aspecto físico de aquellos animales del pasado, desarrolladas en décadas anteriores, eran correctas. La conclusión se debe al hallazgo de dos fósiles en el noreste de China, ambos del tamaño de una paloma.
Los dos especímenes de pterosaurios encontrados se remontan a una misma época del período Jurásico, hace entre 165 y 160 millones de años. Sin embargo, morfológicamente representan dos diversos tipos de picnofibras, los filamentos que cubrían el cuerpo de los animales antes de que se desarrollara el pelo moderno.
El equipo de paleontólogos que examinó y analizó el material recabado admite que "sus afinidades y funciones no se comprenden completamente", pero eran similares a las plumas. Formaban un denso recubrimiento que "probablemente funcionaba en la termorregulación, la detección táctil, la señalización y la aerodinámica [del vuelo]".
Esas "estructuras semejantes a las plumas", bien conservadas en los especímenes chinos, se agrupan en cuatro tipos: vello hueco simple, haces de filamentos, filamentos con unos mechones por el medio y plumas primitivas. En un ejemplar hallado en el 2015, estas últimas cubrían las membranas de las alas, detallan los científicos.
Dado que para el momento están disponibles muchos restos fósiles de distintas clases de reptiles del Jurásico, el equipo estima que los 'caminantes' y los voladores podían compartir un ancestro común, también dotado de plumaje.
Los pterosaurios fueron los primeros vertebrados conocidos en desarrollar la capacidad de volar, hace más de 200 millones de años. Los científicos sabían desde hace mucho que esos animales tenían algún tipo de vello que cubría su piel, aunque sin poder precisar qué formas tenía.