Este martes, el inventor y empresario estadounidense Elon Musk ha inaugurado un túnel de bajo costo, de 1,8 kilómetros de longitud, que podría revolucionar el tráfico urbano en Los Ángeles.
El túnel fue creado por su compañía Boring por unos 10 millones de dólares y supone la etapa inicial del proyecto de Musk para crear una red subterránea en la que los coches podrían desplazarse a velocidades de hasta 241 kilómetros por hora.
El empresario permitió a periodistas y varios invitados realizar el primer viaje en un Tesla Model S por el túnel de prueba. El propio Musk describió su primer viaje como "épico".
Los viajes de demostración transcurrieron a 64 kilómetros por hora, una velocidad considerablemente inferior a la que debería permitir el proyecto, pero aun así, se logró recorrer en tan solo tres minutos los casi 2 kilómetros de longitud del túnel de prueba.
"Para mí fue un momento eureka. Era como 'Esto va a funcionar muy bien'", afirmó Musk, citado por la agencia AP.Musk agregó que este es solo un prototipo y que sus sistemas serán modificados para hacer que los viajes sean más "suaves", ya que algunos de los invitados se quejaron de que el viaje había sido demasiado "movido". "Será liso como un espejo", prometió Musk y explicó que las imperfecciones del sistema se debían a la falta de tiempo.
"El tráfico me está volviendo loco"
"El tráfico destruye el alma. Es como ácido en el alma", confesó el reconocido inventor este martes hablando de la idea y el propósito de su tecnología. Hace dos años, Musk por primera vez anunció su intención de crear este tipo de transporte subterráneo, y dijo que su motivación fue que el tráfico lo estaba "volviendo loco".
Además, explicó por primera vez en detalle cómo el sistema, al que simplemente llama "bucle", podría funcionar a mayor escala debajo de las ciudades de todo el mundo. Los vehículos eléctricos autónomos podrían descender hacia el sistema subterráneo con el uso de ascensores sin paredes. Los autos tendrían que estar equipados con ruedas laterales especialmente diseñadas, lo que supondría un costo de unos 200-300 dólares por automóvil, dijo Musk.
"Es mucho más parecido a una carretera subterránea que a un metro", destacó Musk, quien informó también de que el túnel no estará abierto al público en un futuro previsible.
La concepción de Musk para este tipo de túneles subterráneos no es igual que la que tiene para otro de sus conceptos de transporte conocido como Hyperloop, una red de tubos en las que prácticamente no hay aire que acelerarían unas cápsulas especiales a largas distancias a una velocidad de hasta 1.200 kilómetros por hora, usando un 'colchón' de aire, magnetismo y energía solar.