¿Tiburones en el aire? Un fósil indica que escualos prehistóricos cazaban pterosaurios
Científicos de la Universidad del Sur de California (EE.UU.) han encontrado evidencia fósil de que los tiburones del Cretácico podían cazar a grandes reptiles voladores, como los pterosaurios. A esa conclusión llegaron tras analizar, en el Museo de Historia Natural del Condado de Los Ángeles, el fósil de un Pteranodon que tenía clavado entre las vértebras del cuello un diente de un gran tiburón Cretoxyrhina mantelli.
El fósil fue excavado en la región de Smoky Hill Chalk (Kansas) en la década de 1960, pero no había sido estudiado hasta hace poco. Los resultados de la investigación fueron publicados el pasado viernes en la revista PeerJ. El artículo explica que si bien ya anteriormente se habían registrado interacciones entre un reptil volador y ciertos peces, incluidos los tiburones, "hasta ahora habían sido esquivas las de un Cretoxyrhina y un Pteranodon".
Cazando al vuelo
En el resumen de su estudio los científicos indicaron que "no es posible inferir si la mordedura refleja un comportamiento depredador", pero en una entrevista con USC News, uno de los autores de la investigación, Michael Habib, no descartó esta posibilidad.
David Hone of @QM_SBCS and his colleagues identified an object wedged in one a Pteranodon skeleton’s neck vertebrae as a tooth from a Ginsu Shark. Read in @nature : https://t.co/JIAAGwKVyW#reptile
— QMUL News (@QMULnews) 19 декабря 2018 г.
"¿Hay tiburones hoy en día que cacen aves marinas? Sí, los hay. ¿Esto es algo único, o los grandes tiburones han estado cazando criaturas voladoras durante millones de años? La respuesta es sí, lo han hecho", aseveró Habib. "Ahora sabemos que los tiburones han cazado animales voladores desde hace 80 millones de años", resumió.
Según Habib, es posible que el ataque se produjera en momentos en que el Pteranodon en cuestión —una especie que se alimentaba de peces— se mostraba más vulnerable, con sus alas extendidas sobre el agua, caso en el cual el tiburón habría tenido que saltar sobre la superficie del mar. O también pudo ser atacado mientras se posaba o despegaba desde las aguas marinas, aunque esto pasaba con poca frecuencia. Debido a sus considerables dimensiones, con una envergadura de hasta siete metros, les costaba hacerlo rápido.
"Sabemos que los grandes tiburones comieron pterosaurios, así que podríamos decir que un gran especimen depredador y rápido podría haberse comido a este Pteranodon cuando entró al agua, pero probablemente nunca lo sabremos con exactitud", concluyó Habib.