Rusia se verá obligada a convertir en blanco de sus propias armas los sistemas misilísticos estadounidenses, si Washington los despliega en Europa después de retirarse del tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto (INF, por sus siglas en inglés). Así lo afirmó este jueves el portavoz presidencial Dmitri Peskov, ante periodistas.
"El despliegue allí de misiles, apuntando potencialmente hacia la Federación de Rusia, llevará a que Rusia —con el objetivo de crear paridad— convierta esos sistemas de lanzamiento en blancos de su arsenal de misiles", aseguró el representante del Kremlin.
Indicó que en ese caso se repetirá una situación que el país ya experimentó en el pasado, en referencia a los tiempos de la Guerra Fría. De este modo, Peskov respondió a la solicitud de los periodistas para que comentase las palabras del presidente de Rusia, Vladímir Putin, sobre la amenaza de una guerra nuclear.
Horas antes, durante su rueda de prensa anual, el jefe de Estado ruso destacó que Rusia se vio forzada a crear un nuevo sistema para superar las demás defensas de misiles, después que EE.UU. saliera del Tratado sobre Misiles Antibalísticos (ABM, por sus siglas en inglés), la "piedra angular" de la disuasión y la no proliferación nuclear.
El líder ruso subrayó que hoy en día el mundo enfrenta peligros específicos, el primero de los cuales es el desmoronamiento del sistema internacional de contención de armas, lo que últimamente se refleja en la intención de EE.UU. de retirarse del tratado INF.