El Patrullero Oceánico Kariña (PO-14) de la Armada Nacional Bolivariana durante la realización de su habitual patrullaje por la fachada atlántica venezolana, se topó este 22 de diciembre con la presencia en aguas jurisdiccionales venezolanas de dos naves de exploración sísmica, contratadas por la transnacional ExxonMobil.
En particular, se trata del buque Ramfor, de bandera de Bahamas, y del Delta Monarch, de bandera de Trinidad y Tobago, según trasciende de un comunicado publicado este domingo por el ministro de Relaciones Exteriores venezolano, Jorge Arreaza.
"Los buques referidos se encontraban […] en la proyección marítima del Delta del Orinoco de indubitable soberanía de Venezuela", subraya el documento.
Asimismo, el comunicado hace hincapié en que "en el intercambio de comunicación con los capitanes de los buques de exploración, estos arguyeron disponer de un permiso del Gobierno de la República Cooperativa de Guyana para operar en dicho espacio marítimo". El patrullero venezolano les informó que Guyana carece de jurisdicción en la proyección marítima del Delta del Orinoco, tras lo cual ambos buques de exploración sísmica "levantaron la faena y navegaron hacia aguas de la extensa zona en reclamación que proyecta la costa Esequiba".
"Ante esta flagrante violación de la soberanía" el Gobierno de Venezuela decidió "aplicar los protocolos internacionales correspondientes a este tipo de hechos y salvaguardar la soberanía nacional con estricto apego a los acuerdos y tratados internacionales". Caracas informó sobre el incidente al secretario general de la ONU, António Guterres, y trasladó una nota de protesta al Gobierno de Guyana, reiterando a "restablecer el diálogo directo y respetuoso […] con base en el más escrupuloso respeto del Derecho Internacional".
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Guyana también emitió un comunicado al respecto, en el que rechazó las declaraciones de Caracas, al indicar que los buques navegaban en las aguas territoriales de Guyana. El organismo agregó que informaría sobre el incidente a las Naciones Unidas y enviaría una comunicación formal al Gobierno de Venezuela.