El cuerpo de Jakelin Caal, la niña guatemalteca de 7 años que falleció el 8 de diciembre por deshidratación cuando estaba bajo custodia de la Patrulla Fronteriza de EE.UU, ya se encuentra en su poblado natal en Guatemala.
Funcionarios de la Cancillería recibieron el domingo el ataúd de color blanco en el aeropuerto principal de Guatemala. La familia no acudió por no tener dinero para viajar hasta la capital.
Nada más llegar, el féretro fue trasladado hasta San Antonio de Cortés, una pequeña aldea agrícola en el norte del país a la que pertenecía la niña.
En esta localidad, en el municipio de Raxruhá, compuesta por 40.000 habitantes y situada aproximadamente a unos 330 kilómetros de la capital, los familiares ―que levantaron un altar con fotos, globos y flores― esperaron durante horas la llegada del ataúd. Entre lágrimas, finalmente pudieron decir adiós a la menor.
Trágica muerte
El pasado 8 de diciembre, la menor falleció de deshidratación y un 'shock' en un hospital tras haber cruzado de manera irregular la frontera de EE.UU. desde México junto a su padre, Nery Gilberto Caal, de 29 años, y un grupo de 163 migrantes que fue arrestado por la Patrulla Fronteriza.
La niña y su padre fueron detenidos el 6 de diciembre al sur de la ciudad de Lordsburg (Nuevo México, EE.UU.). El propio grupo se acercó a los agentes para entregarse.
Más de ocho horas después de la detención, Jakelin empezó a tener convulsiones. Al llegar, los equipos de emergencia descubrieron que la menor tenía 40 grados de fiebre y llevaba varios días sin comer ni beber.
Fue trasladada en helicóptero a un hospital de El Paso, donde sufrió un paro cardíaco, del que pudo ser reanimada por los médicos. Sin embargo, nunca se recuperó y murió menos de 24 horas después de su ingreso.