Bianca Zammit era una niña cuando su querida gata Rosie huyó de su casa en Sídney. Catorce años después de aquella separación, el destino le tenía deparado un regalo de Navidad muy especial: el reencuentro con su mascota, informa Yahoo7 News.
Todos estos años el animal vivía a pocas calles de la casa de Bianca. Cuando murió el hombre que la había acogido, sus familiares llevaron a la gata a un refugio para animales. Allí los empleados del centro hallaron en Rosie un microchip con la dirección de sus primeros dueños, lo que les permitió dar con Bianca. "Siempre conservé la esperanza, cuando era más joven, de que volvería", comentó la mujer.
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