Un cazador de la ciudad rusa de Ozyorsk, en la región de Cheliábinsk, ha muerto esta semana tras ser atacado por un oso pardo que había criado en su casa desde que era un cachorro.
Según medios locales, el hombre encontró a un pequeño oso en el bosque hace unos cuatro años y se lo llevó a su casa, donde le construyó una jaula y lo llamó Vorchún (Gruñón).
Esta semana, el cazador, de 40 años, dejó de comunicarse con sus familiares y estos avisaron a la Policía. Al llegar a su casa este martes, los agentes vieron que la jaula del oso estaba abierta y el animal vagaba por la parcela y se comportaba de forma agresiva, por lo que tuvieron que dispararle, provocando su muerte, explicó el detective policial Alexéi Petrov, que añadió que en el territorio fueron encontrados "los restos esqueléticos" del hombre.
Según la información preliminar, el oso hirió fatalmente a su amo la noche del 24 de diciembre y devoró el cadáver.