El Gobierno mexicano negó que hubiera explosivos en los restos de la aeronave siniestrada el pasado lunes en Puebla, donde fallecieron la gobernadora Martha Érika Alonso, su esposo, Rafael Moreno Valle, así como el piloto y copiloto que volaban el helicóptero.
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, informó el martes que los peritos de la Secretaría de Marina (Semar) "no encontraron explosivos o sustancias ajenas al combustible" dentro de la aeronave accidentada en la comunidad de San Pedro Tlaltenango, Puebla.
"No habrá absolutamente ninguna restricción alguna para que se den a conocer los elementos recogidos por nuestros investigadores para que hagan sus propios análisis", dijo Durazo en conferencia de prensa.
"Que se conozca la verdad"
Ante la crítica de la oposición que exigió una investigación imparcial, el presidente Andrés Manuel López Obrador indicó el miércoles en la mañana que el compromiso de su Gobierno es "que se conozca toda la verdad".
El Gobierno mexicano informó que desde el martes han estado en la búsqueda de una organización internacional especializada que se haga cargo de la investigación, con el objetivo de que emita un dictamen sobre las causas que originaron el desplome del helicóptero.
Mientras tanto, representantes del fabricante canadiense de motores Pratt & Whitney y de la firma italiana Agusta, fabricante del helicóptero, ya se encuentran colaborando con la investigación, señaló el subsecretario de Comunicaciones y Transportes, Carlos Alfonso Morán