Los planes de compañías como Uber para poner en marcha servicios de taxi aéreo de bajo vuelo en ciudades australianas son factibles y podrían implementarse en un plazo de cinco años, afirma Peter Gibson, portavoz de la Autoridad de Seguridad de la Aviación Civil del país (CASA, por sus siglas en inglés).
"Hay empresas, y estoy hablando de grandes compañías multinacionales, que invierten grandes sumas" en ello, indicó Gibson, citado por medios locales, para precisar que se trata de "centenares de millones, si no de miles de millones" de dólares.
Los comentarios del vocero siguen al anuncio que hizo Uber este año de que estaba considerando incluir Melbourne o Sídney entre las ciudades de lanzamiento para su proyecto de autos voladores Elevate.
De hecho, Gibson reveló que esta compañía de transporte ya ha acudido a CASA para abordar temas regulatorios relacionados con el uso de taxis aéreos, y señaló que hay pocas barreras para la propuesta.
Según el portavoz, Uber le dio a entender que el servicio, al menos inicialmente, involucraría a pilotos que podrían monitorear el vuelo del vehículo e intervenir si algo salía mal.