Aeropuerto de Texcoco: La cancelación que alegra a unos y aterra a otros

La medida por un lado supone grandes deudas y la posible pérdida de inversores para el país, pero por otro, la restitución de tierras expropiadas a campesinos.

Desde el grupo aeroportuario de la Ciudad de México señalaron que los contratos del nuevo aeropuerto de Texcoco serán cancelados de forma anticipada. La anulación de este polémico proyecto fue anunciada por Andrés Manuel López Obrador tras la consulta de octubre. Criticada por muchos, esta medida por un lado supone grandes deudas y la posible pérdida de inversores para el país, pero por otro, la restitución de tierras expropiadas a campesinos.

Esta inminente anulación presenta dos realidades para distintos sectores. Por un lado, miles de personas involucradas en la construcción perderán su empleo. Al respecto, la ingeniera Claudia Ivonne García Aguilar señala que "en todo el polígono, tenemos 18.000 personas trabajando, eso son empleos directos". Agrega que también hay casi 30.000 empleos indirectos.

Estos trabajadores reconocen que su futuro laboral es incierto. Tal es el caso de Juan Luis Sánchez, quien a sus 46 años y siendo el pilar económico de una familia de seis personas, sabe que está prácticamente en la calle. "Supuestamente iban a generar trabajo y ahora nos lo están quitando", afirma.

Algunos especialistas señalan que la cancelación de la construcción tiene otros puntos en contra, tales como un posible endeudamiento que afectaría el presupuesto para 2019, y la falta de estabilidad de México ante los ojos del mundo. Dicen que, de hecho, la lista de los sectores perjudicados es más larga. Así, la investigadora Jessica de Alba Ulloa sostiene que "mucha de la inversión que iba a venir a México ya no va a entrar, y se está yendo a otros lugares".

No todo es pérdida

Pero no todo ha sido pérdida. Con la cada vez más próxima anulación de la construcción de este proyecto aeroportuario, al grupo de campesinos ―dueños originales de los terrenos en Texcoco a los que les fueron arrebatadas sus tierras― el Juzgado Noveno de Distrito, con sede en Nezahualcóyotl, en el estado de México, dictaminó devolverle 72.000 metros cuadrados de terreno que eran ya parte de la megaobra. 

La cancelación de esta megaobra ofrece, según algunos especialistas, muchos otros beneficios a la sociedad y, sobre todo, al medioambiente. Según el analista Salvador González Briceño, "vale más la ecología de la ciudad, del valle de México, que una obra de concreto de una magnitud innecesaria, porque hay alternativas al tema del congestionamiento aeronáutico".   

Economistas han asegurado también que dentro del grupo de personas beneficiadas están, sin duda, los empresarios que han participado en este proyecto. Más del 70 % han aceptado, hasta ahora, la liquidación de sus bonos, lo cual se traduce a un pago de 1.800 millones de dólares.

Sin embargo, la clausura definitiva de esta megaobra no es más que una nueva hoja para financistas, economistas, abogados y la misma administración, que tendrán que resolver el tema del endeudamiento público. Por ahora, mucho tiempo faltará para lograr conocer el balance final, el recuento de los daños y también de los aciertos en torno al cierre de la que sería, sin duda, la construcción más grande del país.