La sonda OSIRIS-REx de la NASA entró en órbita alrededor del asteroide Bennu este 31 de diciembre y estableció un nuevo récord cuando convirtió al astro —de aproximadamente 500 metros de diámetro— en el objeto más pequeño jamás orbitado por una nave espacial.
"Entrar en órbita alrededor de Bennu es un logro increíble que nuestro equipo ha estado planeando durante años", afirmó Dante Lauretta, investigadora principal de la sonda, de la Universidad de Arizona.
Heather Enos, subdirectora de la investigación, explicó al portal Space que se requirió un trabajo significativo para lograr la inserción orbital porque "maniobrar alrededor de un cuerpo pequeño que básicamente no tiene gravedad es un esfuerzo muy desafiante".
Asimismo, la sonda también estableció otra marca logrando la órbita más cercana a un cuerpo pequeño al circular aproximadamente a 1,6 kilómetros de la superficie del Bennu.
La OSIRIS-REx fue lanzada en septiembre de 2016 con el objetivo de llevar a la Tierra una muestra de los materiales de la superficie de Bennu. Desde agosto hasta diciembre de este año, la nave espacial recorrió los últimos 2,2 millones de kilómetros de su viaje para finalmente llegar a una distancia de 19 kilómetros del asteroide el 3 de diciembre.
Unos días después, la nave espacial encontró una fuerte evidencia espectral de la presencia de moléculas que contienen oxígeno y átomos de hidrógeno unidos entre sí, conocidos como 'hidroxilos', lo que significa que el material rocoso de este asteroide interactuó con agua en algún momento.