Jair Bolsonaro ha tomado este martes 1 de enero posesión como el 38º presidente de Brasil, en un acto que se celebra en el Congreso Nacional. Bolsonaro ocupará el cargo los próximos 4 años.
Antes de llegar al Congreso, Bolsonaro y su mujer, Michelle, desafilaron ante el público desde la Catedral Metropolitana de Brasilia, que se encuentra en la Explanada de los Ministerios.
"Prometo mantener, defender y cumplir la Constitución brasileña" y "observar las leyes, por el bien del pueblo brasileño", declaró Bolsonaro en su discurso inaugural.
"Convoco a cada uno de los congresistas a ayudar en la tarea de liberar definitivamente al país del yugo de la corrupción, de la violencia y de la sumisión ideológica", señaló el presidente.
"Liberarse del socialismo"
Tras su llegada al Palacio de Planalto, Bolsonaro recibió la franja presidencial de manos de Michel Temer. A continuación, su esposa, Michelle, pronunció algunas palabras de agradecimiento a los miles de brasileños presentes y expresó su compromiso con las personas con deficiencias y prometió "ayudar a las comunidades que más lo necesitan".
Finalizadas las palabras de la primera dama de la nación, Bolsonaro inició su discurso, subrayando que su llegada al poder marca el momento en que "el pueblo empezó a liberarse del socialismo, de la inversión de valores, del gigantismo estatal y de lo políticamente correcto".
"Una gran nación para reconstruir"
"Vamos a colocar en práctica el proyecto que la mayoría del pueblo brasileño democráticamente escogió. Vamos a promover las transformaciones que el país necesita. Tenemos recursos minerales abundantes, tierras fértiles bendecidas y una gran nación para reconstruir".
El mandatario recalcó que fue "el presidente electo con la campaña [electoral] más barata de la historia" y aseguró que en su mandato se respetarán "los principios del Estado democrático guiados por la Constitución".
En medio de su intervención, Bolsonaro sacó una bandera de Brasil, y luego de ondearla por unos segundos, reiteró que gracias al pueblo fue posible "montar un Gobierno sin conspiraciones ni arreglos políticos". Afirmó además que "la corrupción, los privilegios y las ventajas" dentro del Estado "deben acabar", y que la economía "debe servir de verdad a la nación".
"Brasil encima de todo, Dios encima de todos"
Por otra parte, Bolsonaro habló de combatir "ideologías nefastas" y "restablecer patrones éticos y morales". Asimismo, enfatizó en luchar por la no "ideologización de los niños" y la "desvirtuación de los derechos humanos".
El brasileño terminó su pronunciamiento con el eslogan de su campaña: "Brasil encima de todo, Dios encima de todos".
Antes de retirarse, mostró de nuevo una bandera del país y exclamó: "Esta es nuestra bandera que jamás será roja. Solo será roja si fuera necesaria nuestra sangre para mantenerla verde y amarilla".
La ceremonia tuvo lugar bajo unas medidas de seguridad estrictas. Detectores de metales, misiles antiaéreos con láser, radares portátiles para identificar aeronaves y unos 6.000 agentes de seguridad, muchos vestidos de paisano, han sido algunas de las imponentes medidas tomadas para la ocasión. El público también contó con una larga lista de cosas que tenía que cumplir si quería acceder a la Explanada de los Ministerios. Además, en el aire, al menos 20 aeronaves de la Fuerza Aérea sobrevolaron el cielo de la capital de Brasil.
Esto se debe al apuñalamiento que sufrió el mandatario electo el pasado 6 de septiembre en un acto de campaña callejero, que casi termina con su vida en la ciudad de Juiz de Fora, en el estado de Minas Gerais.
Invitados internacionales
Al evento asistieron varios líderes mundiales. El mandatario paraguayo, Mario Abdo Benítez, y el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, fueron los primeros en expresar sus felicitaciones a Bolsonaro por su llegada al cargo. Juan Orlando Hernández, presidente de Honduras, Evo Morales de Bolivia y el presidente de Chile, Sebastián Piñera, son algunos otros mandatarios latinoamericanos que también estrecharon la mano del recién posesionado.
Entre otros invitados, se destacó la presencia del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, el de Marruecos, Saadedine Othmani, y el de Hungría, Viktor Orban.
Finalizada la sesión de saludos de las autoridades extranjeras, Bolsonaro presidió la ceremonia de posesión de los ministros que conformarán su Gobierno.
Bolsonaro sustituyó en el cargo a Michel Temer, que asumió el cargo de forma interina el 12 de mayo de 2016, cuando la entonces presidenta Dilma Rousseff fue cesada por un proceso de 'impeachment'.
La periodista Eleonora Gosman opina que los cambios que pretende implementar Jair Bolsonaro, como las reformas del sistema laboral y de pensiones, afectarán a los derechos de los trabajadores.
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