Vertederos de hormigas en América Latina emiten una gran cantidad de gas de efecto invernadero

Se deben a la práctica de cultivar hongos y apilar sus restos y los de las hojas cortadas en ciertos lugares en la selva.

Las hormigas cortadoras de hojas que habitan en las selvas de América Central y del Sur son responsables de unos "niveles extremadamente altos" de emisión de óxido de nitrógeno. Este potente agente con efecto invernadero se produce en los residuos orgánicos que los insectos apilan dentro de su elaborado sistema de alimentación.

A estas conclusiones ha llegado un grupo de ecólogos estadounidenses que se enfocó en las colonias de hormigas de los géneros Atta y Acromyrmex situadas en Costa Rica. Los científicos estimaron que la contribución de las hormigas al calentamiento global es mínima, pero sus comportamientos alteran el funcionamiento del ecosistema del bosque tropical, incluidas las maneras en que los nutrientes se transportan y se reciclan.

El equipo midió los flujos de gases usando una cámara estática entre junio del 2017 y julio del 2018. Las muestras aéreas eran extraídas cada 10 minutos. Los principales datos y las respectivas conclusiones de dichas observaciones han sido recabados en un artículo publicado este 2 de enero en Proceedings of the Royal Society.

Fábricas de óxido de nitrógeno

Para cultivar hongos, las colonias de hormigas quitan de los árboles hasta el 8% del follaje verde cada año, calculó el grupo. No todas las hojas son consumidas completamente por los hongos y los insectos afrontan grandes cantidades de restos marchitos y podridos de las mismas.

Prefieren no dejar la basura esparcida por todos lados, sino apilan en ciertos lugares más allá de la colonia los residuos vegetales junto a los restos de los hongos y las hormigas muertas. Esta actividad afecta tanto a los bosques primarios como secundarios y específicamente sus márgenes.

Esos vertederos, ricos en materia orgánica, son fuentes de emisiones que superan en "varios órdenes de magnitud" las que se registran en otros sistemas naturales, destacan los investigadores. Sin embargo, la cifra total de óxido de nitrógeno emitido por todas las fuentes en el ámbito mundial no supera el 10% de la suma de las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero, algo que no permite responsabilizar a las hormigas del cambio climático.

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