El Gobierno mexicano anunció oficialmente este jueves la cancelación de las obras del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), cuyo proyecto fue desechado tras una consulta ciudadana convocada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Durante una conferencia matutina, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, informó que a finales de noviembre los inversionistas aceptaron la compra por parte del Gobierno de 1.800 millones de dólares de bonos del NAIM.
"De los 6.000 millones de dólares que se debían, hoy ya nada más se deben 4.200. Y la idea es cada año ir disminuyendo en unos 200 millones de dólares esa deuda", añadió Jiménez Espriú.
Resolver los bonos financieros
El funcionario explicó que el Gobierno federal no podía tomar una decisión sobre la cancelación de los contratos del nuevo aeropuerto, "hasta que se resolviera el tema de los bonos financieros".
Con la recompra de los bonos, que la Administración del Grupo Aeroportuario de Ciudad de México (GACM) colocó en los mercados internacionales para obtener dinero para la construcción del aeropuerto, se evitarían acciones legales derivadas de cancelar el NAIM.
Lo que falta
Sobre el Fideicomiso de Inversión en Energía e Infraestructura (Fibra E), un financiamiento con el que se lograron captar 1.600 millones de dólares de las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores), el Gobierno de México dijo que lo están solucionando.
El Fideicomiso de Inversión en Energía e Infraestructura (FNAIM) informó el miércoles que se reunirán para discutir el pago anticipado de estos bonos.
Mientras se resuelven los temas pendientes, el Gobierno mexicano hizo oficial la suspensión de la construcción del NAIM.
Tras la cancelación del aeropuerto, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador busca construir dos pistas en la base aérea de Santa Lucía, ubicada a 45 kilómetros del Aeropuerto Internacional de Ciudad de México, la terminal aérea que opera actualmente y que llegó a tope de su capacidad.