El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, afirmó que el país cuenta con reservas de gasolina suficientes para abastecer a la población, aunque reconoció un problema de distribución derivado de las medidas que tomó su Gobierno para impedir el robo de combustibles.
"Tenemos gasolina suficiente, no hay problema de desabasto. Lo que estamos cuidando es la distribución. No abrir los ductos para que no haya fugas. Estamos abriendo con cuidado los ductos, y eso significa que hay vigilancia", dijo el mandatario mexicano durante su conferencia de prensa matutina.
Sin embargo, también reconoció que en algunos lugares como Tamaulipas hubo falta de combustible en las gasolineras.
"Sí hubieron lugares donde hubo desabasto, pero se intervino. Se están utilizando pipas para que no falte el combustible", agregó.
El presidente señaló que aunque sus adversarios políticos subieron el tono de las críticas por el desabasto de combustible ―reportado en estados como Sinaloa, Jalisco, Guanajuato, Nuevo León, Tamaulipas, Veracruz, Puebla, Tabasco y estado de México―, la medida fue necesaria para reducir el robo de combustible en los ductos donde se transportaba la gasolina.
"Nuestros adversarios, que siempre se andan frotando las manos para que nos vaya mal, le subieron al volumen. Están en su derecho. Pero mientras tengamos nosotros el control y podamos resolver los problemas, vamos a garantizar que no tengamos problemas mayores", sostuvo.
Durante el fin de semana, López Obrador señaló que los ladrones de gasolina, conocidos como huachicoleros, eran protegidos por los gobiernos de los expresidentes Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón y Vicente Fox.
"Nos hacían creer de que era por la ordeña de los ductos, los huachicoleros, toda una cortina de humo, toda una farsa, porque en realidad este robo se permitía desde el Gobierno, se daba al interior del Gobierno", agregó el mandatario.
"Ahí se manejaba todo el sistema de conducción de los combustibles, ahí se maneja toda la transportación de las gasolinas, ahí es donde se ve en los monitores cómo van los ductos, qué presión tienen, ahí se advierte cuando no hay presión porque están desviando el combustible a redes paralelas que se crearon con ese propósito", agregó.
La no intervención en Venezuela
"No es un asunto de simpatías, es la política exterior que siempre nos había caracterizado. Hubo un tiempo en que secundamos decisiones en otras latitudes y por otras causas, nosotros no vamos a ser así", apuntó López Obrador respecto a la posición de México de no intervención en Venezuela.
El presidente mexicano se pronunció a favor de promover el diálogo para solucionar conflictos en otros países, pero negó tajante la posibilidad de condenar públicamente lo que ocurre en otros países, pues aseguró que se violaría el principio de no intervención establecido en el artículo 89 de la Constitución Mexicana.
"Nosotros estamos por el diálogo, eso sin duda, es un principio constitucional, la solución pacífica de las controversias, lo que no podemos es condenar a un Gobierno extranjero porque es violar el principio de autodeterminación de los pueblos", afirmó AMLO.
López Obrador aseguró que los grupos conservadores que insisten en que el Gobierno de México intervenga en los asuntos de Venezuela suelen pasar de largo los "atropellos" que ocurren en otros países donde existen gobiernos conservadores.
"Los conservadores quisieran que nos metiéramos en estos casos, pero se callan cuando se cometen también atropellos de parte de gobiernos afines al conservadurismo, por eso nosotros preferimos la neutralidad y repito, no es simpatía, son principios", concluyó.