El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, explicó este miércoles que la construcción del muro fronterizo que impulsa su par estadounidense, Donald Trump, es un tema que forma parte de la "política interna" del país vecino y que no se inmiscuirá en los asuntos de otros países.
"No vamos a responder ante planteamientos que se generan por la situación interna en EE.UU.", puntualizó. "Hay quien le gustaría que nos enfrentaremos, nosotros queremos buscar una relación siempre de amistad y de cooperación [con Washington], expresó el mandatario mexicano en su rueda de prensa diaria.
"Queremos resolver el problema de la migración atendiendo las causas; estamos persuadiendo y convenciendo a EE.UU. que lo mejor es el desarrollo de los países centroamericanos y México", añadió López Obrador.
En esta línea, el pasado 1 de enero de este año entró en vigor un programa especial para los municipios del norte del país. Es decir, aquellos que limitan con territorio estadounidense.
La iniciativa incluye la reducción del impuesto al valor agregado (IVA) de 16% a 8%, y del impuesto sobre la renta (ISR) de 38 a 20%, aunado al incremento al salario mínimo de 83 (4,23 dólares) a 176 pesos (6,42 dólares).
"Yo estoy seguro de que esto va a ayudar mucho para terminar de retener a nuestros paisanos, compatriotas, que no se vean en la necesidad de emigrar", afirmó el presidente al anunciar estas medidas.
"Un acto de amor"
Por su parte, en medio de los problemas por el 'shutdown' (cierre del gobierno), Trump sostuvo el martes que la construcción del muro sería "un acto de amor".
En este sentido, en su primer discurso ante la Nación desde el Despacho Oval de la Casa Blanca, el mandatario estadounidense dijo que la única solución para acabar con el bloqueo es que "los demócratas aprueben los fondos" para el muro fronterizo.
"El cierre del Gobierno podría solucionarse en una reunión de 45 minutos, por eso he invitado a representantes del Congreso a la Casa Blanca", apuntó.