Antes de que comenzara el 25.º día del juicio a Joaquín 'El Chapo' Guzmán este martes, se apagaron brevemente las luces en el tribunal neoyorquino, algo que un bromista aprovechó para afirmar que el extraditado jefe del Cártel de Sinaloa había escapado.
"Estaba completamente oscuro en la sala. Cuando las luces volvieron a encenderse, alguien gritó: '¡Ha escapado!, y 'El Chapo' no se había movido. Todos se rieron excepto, probablemente, los alguaciles", escribió en un tuit Keegan Hamilton, periodista de Vice News, citado por Newsweek.
Guzmán, de 61 años, quien escapó de una prisión mexicana en 2001 y de otra en 2015, es considerado por el Departamento de Justicia de EE.UU. como el narcotraficante más famoso del mundo. Enfrenta a 17 cargos, incluidos el tráfico de drogas, blanqueo de dinero, posesión ilegal de armas, secuestros y homicidios. De hallarlo culpable de uno solo de los cargos, recibiría cadena perpetua.
Escalofriantes detalles de la vida
El juicio ha revelado escalofriantes detalles de la vida del poderoso cártel, incluida la posesión de una casa insonorizada en Ciudad Juárez (México), usada para torturar y matar a sus enemigos, y que contaba con un sistema de drenaje que eliminaba fácilmente la sangre de las víctimas.
Los testimonios de este martes incluyeron declaraciones emocionantes de Edgar Galván, miembro del cártel, quien está cumpliendo una sentencia de 24 años después de haber admitido cargos por posesión de armas de fuego y drogas.
"A los 18 conoció quién es su padre", afirmó sobre su hija. "No habla conmigo. Quiero que mi hija sepa en el futuro que hice una cosa buena".
El agente especial del FBI, Stephen Marston, describió a su vez cómo su agencia había obtenido acceso a la red telefónica encriptada de 'El Chapo', tras reclutar al experto en tecnologías informática del cártel, Cristian Rodríguez.
El juicio contra Guzmán se retomó el jueves de la semana pasada en el tribunal de Brooklyn, después de casi dos meses de haber iniciado. Se calcula que el narcotraficante introdujo ilegalmente a EE.UU. unas 457 toneladas de drogas, que generaron ganancias por 14.000 millones de dólares.