El gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, sostiene que el yuan chino podría convertirse en el futuro en una divisa de reserva global junto al dólar estadounidense, aunque este tipo de cambios tienden a requerir más tiempo que los cambios en el tamaño de las economías.
"Mientras el mundo se reordena, esta desconexión entre lo real y lo financiero probablemente se reducirá y en el proceso pueden emerger otras divisas de reserva", explicó Carney en declaraciones recogidas por Reuters. En su opinión, se tratará de monedas nacionales ya existentes, como el renminbi, cuya unidad básica es el yuan.