Un nuevo informe de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades estadounidenses (CDC, por sus siglas en inglés) pone de manifiesto que las tasas de fertilidad en EE.UU. han caído por debajo del nivel requerido para mantener el nivel de población. Las cifras demuestran que en 2017 la cifra de nacimientos en EE.UU. es la menor de las últimas tres décadas.
El informe de los CDC ha analizado las tasas de fecundidad en cada uno de los 50 estados de EE.UU. y del Distrito de Columbia para el año 2017 en tres grupos de mujeres: blancas no hispanas, negras no hispanas e hispanas.
En términos generales se requiere una tasa de fertilidad total de 2.100 nacimientos por cada 1.000 mujeres al año para que el reemplazo demográfico permita mantener los niveles actuales de población en EE.UU. Sin embargo, la tasa de fertilidad de todas las razas combinadas es ahora inferior a esa cifra en un 16% (1.765,5), con la excepción de los estados de Dakota del Sur y de Utah.
A menos que esta disminución se revierta, los investigadores advierten que no habrá suficientes trabajadores jóvenes sanos para soportar la carga del envejecimiento de la población estadounidense.
La tasa de fertilidad de las mujeres blancas disminuyeron en todos los estados, situándose por debajo de la tasa necesaria para reponer a la población. La cifra promedio en el país para este grupo es de 1.666,5 niños para 1.000 mujeres.
Los datos son menos desalentadores para las mujeres negras, con una tasa de fertilidad más alta que la tasa mínima sostenible en 12 estados, así como para las mujeres hispanas, cuya fertilidad superó el nivel necesario en 29 estados.
Caída del último medio siglo
En un análisis separado divulgado en mayo del 2018, los CDC demostraron que las tasas de fertilidad nacionales estadounidenses "en general han estado por debajo del nivel de reemplazo desde 1971". Asimismo, han disminuido en la última década, especialmente en grandes áreas metropolitanas, que registraron una caída del 18% en todas las razas desde 2007. Inseguridad económica, matrimonios tardíos y una caída significante en los embarazos entre adolescentes han contribuido a la disminución, que sigue tendencias demográficas similares a las de Europa occidental.
Según una encuesta de 2018 que analizó razones de las estadounidenses para posponer o rechazar la procreación, muchas mujeres jóvenes se sienten obligadas a elegir entre la maternidad y la carrera profesional debido a la falta de licencia de maternidad remunerada y al cuidado infantil asequible. Otros retrasan el inicio de una familia hasta que puedan comprarse una casa o pagar las deudas de los préstamos estudiantiles, objetivos que a los estadounidenses les resultan cada vez más difícil cumplir.