"¡Ya está aquí!": El calentamiento oceánico es más rápido de lo esperado y bate un récord en 2018
Un grupo de investigadores de EE.UU. y de China ha comprobado que los océanos se calientan más rápidamente de lo que se había calculado hasta ahora, batiéndose el año pasado un récord en este sentido, lo que —aseguran— daña la vida marina, informa la revista científica Science.
El equipo científico, que utilizó una red internacional compuesta por 3.900 flotadores desplegados desde el año 2000 por los distintos océanos, constató que la temperatura oceánica en 2018 fue la más alta desde 1971, lo que contradice la última estimación ofrecida por las Naciones Unidas en 2013, que calculó tasas de absorción de calor más lentas.
"Los registros de observación del calor oceánico muestran que el calentamiento se está acelerando", reza la publicación. "El calentamiento global está aquí y ya tiene importantes consecuencias. ¡No hay ninguna duda!", reza un comunicado de este grupo científico citado por Reuters.
¿Emergencia oceánica?
Según Lijing Cheng, miembro del Instituto de Física Atmosférica de la Academia China de Ciencias y autor principal del artículo, "2018 fue el año registrado más cálido para el océano global, superando a 2017". Asimismo, Lijing explicó a la agencia británica que la temperatura hasta una profundidad de 2.000 metros aumentó alrededor de 0,1 grados centígrados entre 1971 y 2010, precisando que los registros sobre el calentamiento oceánico han ido aumentando casi cada año desde que arrancó este siglo.
La agencia británica también menciona otro estudio, publicado este lunes por el Servicio del Cambio Climático de la Unión Europea Copernicus, según el cual el año pasado fue el cuarto más cálido en cuanto a temperaturas de superficie global desde que se tienen registros.
La comunidad científica advierte que las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por el ser humano están calentando la atmósfera y gran parte de ese calor es absorbido por los océanos. Esta situación —subrayan— está obligando a los peces a emigrar a aguas menos cálidas. A ello se une el impacto negativo que esto tiene en los arrecifes de coral, así como en el nivel del mar, que aumenta a causa del deshielo.