Tres bombarderos estratégicos B-2 Spirit y más de 200 aviadores han sido desplegados de forma rotativa en la base de Pearl Harbor (Hawái) con el fin de mantener la interoperabilidad estadounidense con aliados de la región indo-pacífica, según comunica la Fuerza Aérea de EE.UU.
"Este despliegue en Hawái nos permite mostrar a una gran audiencia estadounidense e internacional que el B-2 se mantiene en guardia las 24 horas del día los siete días de la semana, listo para proteger a nuestro país y sus aliados", indicó el teniente coronel Joshua Dorr, director de operaciones del 393.º Escuadrón de Bombardeo.
Se trata de la segunda operación de este tipo con bombarderos B-2 desde agosto del año pasado en el teatro de operaciones más grande de las Fuerzas Armadas estadounidenses. En esta ocasión, coincide con una escalada de tensión entre Washington y Pekín en ámbitos como el comercio y la libertad de navegación en aguas en disputa.
Sin mencionar explícitamente a China o a otro rival potencial, Dorr afirmó que los bombarderos furtivos se mantendrán "siempre listos" para "penetrar las defensas más sofisticadas de un enemigo y poner en riesgo sus objetivos más valiosos".
"[Esta operación] nos brinda la oportunidad de trabajar con nuestros aliados en ejercicios conjuntos y valida nuestra siempre lista capacidad de ataque global", subrayó el director de operaciones del escuadrón responsable de los bombardeos a Hiroshima y Nagasaki.
Días atrás se había reportado una movilización de DF-26 chinos —misiles balísticos de alcance intermedio apodados 'asesinos de Guam'— para entrenamientos en llanuras del noroeste del país, luego de que Pekín condenara una operación de navegación de un buque de guerra estadounidense cerca de islas disputadas en el mar de la China Meridional.