Alrededor de 200 personas integrantes de la nueva caravana migrante que partió el 14 de enero de San Pedro Sula, Honduras, ingresaron este jueves por el Puente Internacional Rodolfo Robles, en Chiapas (sur de México), para iniciar trámites de ingreso.
Para llevar un control, el personal del Instituto Nacional de Migración (INM) les coloca pulseras de registro, mientras aguardan para solicitar tarjetas de visitante por razones humanitarias, de esta forma, se busca evitar la duplicidad de los trámites y darles acceso a un albergue habilitado para ellos en el municipio de Suchiate, Chiapas.
El coordinador Nacional de Protección Civil, David León, explicó que el INM dará una resolución a los solicitantes en un lapso de cinco días, período en el cual podrán aguardar en el albergue, retornar a su país o a Guatemala.
Algunos integrantes de la nueva caravana aún aguardan su paso a México, en la frontera guatemalteca de Tecún Umán, reporta la agencia EFE.
A diferencia de las caravanas que ingresaron a México en octubre pasado, donde se dieron confrontaciones e ingresos masivos descontrolados, este nuevo grupo está entrando al país con un registro y de manera ordenada.
Parten desde El Salvador
Alrededor de 200 migrantespartieron este día desde El Salvador con la intención de llegar a EE.UU. y pretenden reunirse en México con la caravana que salió el 14 de enero desde Honduras.
Por qué migran
Quienes migran refieren como principales causas para ello la pobreza y la violencia en sus países. Con una tasa de homicidios de 43 por cada 100.000 habitantes, Honduras es considerado como uno de los países más violentos del mundo, una situación que impera también en Guatemala y El Salvador.
Honduras mantiene el promedio de pobreza extrema más alto de la región centroamericana, de acuerdo con los datos que compila el Banco Mundial (BM). Guatemala, la economía más grande de Centroamérica, se ubica dentro de los países con mayores niveles de desigualdad en Latinoamérica.
En El Salvador, el crecimiento económico alcanzó el 2,3% en 2017. Sin embargo, se sitúa entre las economías de Centroamérica con más lenta expansión en los últimos años.