Un hotel extraordinario ha abierto sus puertas al público en la pequeña ciudad rusa de Alushta, en Crimea. Su sitio web oficial lo califica de centro científico-lúdico, pero cuenta con 12 'camarotes de personal', que son cuartos listos para alojar a huéspedes y equipados con minibar y televisores.
Los fanáticos de la ciencia ficción pueden probar allí un casco 'galáctico' y disfrutar de unos comprimidos de proteínas. Para el resto de huéspedes existe un comedor, donde ofrecen a los comensales platos algo más típicos de la cocina rusa, pero embutidos en tubos, como los que usan los cosmonautas.
El menú de El Guardián del Imperio ('Strazh Imperii' en ruso) incluye borsch, sopa, papilla y compota, entre otros platos. Una dependiente del hotel dijo el 16 de enero a la agencia Ruptly que todo eso se ofrece a los huéspedes "que se quedan a bordo de nuestra nave espacial".
El establecimiento da la bienvenida a grupos de visitantes de hasta 16 personas, incluidos los escolares, y funciona para ellos como un museo, con acceso diurno.
Sus exposiciones representan la historia real de la exploración del espacio (con una colección de modelos de cohetes y naves espaciales), pero asimismo cuenta con objetos asociados con personajes ficticios, como Darth Vader. Hay también muestras de meteoros, suelo de distintos planetas y trajes espaciales.
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