La sección superior del prototipo del gigante cohete Starship de SpaceX (con el que la compañía pretende llegar a la Luna en 2023 y, desde allí hasta Marte) se derrumbó y sufrió daños este miércoles debido a los fuertes vientos. Las imágenes de las instalaciones de la empresa en la localidad estadounidense de Boca Chica (Texas) muestran parte del vehículo de lado en el suelo.
El fundador y director ejecutivo de SpaceX, Elon Musk, confirmó los informes en su cuenta de Twitter y señaló que la compañía demorará algunas semanas en reparar el daño. "Acabo de enterarme. Vientos de 50 millas por hora rompieron los bloques de amarre a última hora anoche y el carenado se desbordó. Tomará algunas semanas repararlo", detalló Musk.
Otro representante de SpaceX confirmó de forma independiente a Business Insider que la parte superior del vehículo, llamada carenado o nariz, se había caído debido a los fuertes vientos.
Las instalaciones de SpaceX se encuentran en el extremo sur de Texas. Un residente local, que pidió no ser identificado, afirmó que "todo lo que SpaceX hizo para prepararse para esta tormenta funcionó contra ellos". Según el testigo, los empleados del a empresa "bloquearon el viento que venía del sudeste, pero los vientos cambiaron en la noche y vinieron desde el noreste" e hicieron que la parte superior del vehículo se vuele.
Una foto del sitio tomada el miércoles por la mañana y compartida en las redes sociales, mostró la parte superior de la nariz dañada. Otra foto en Facebook mostró la sección inferior del cohete, que parece no haber sufrido daños.
El Starship es el vehículo de la próxima generación que SpaceX está desarrollando para transportar carga y personas a la órbita, así como a la Luna, Marte e incluso más allá.