Juan Guaidó, líder opositor y presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela —que se encuentra en desacato desde 2016—, se autoproclamó "presidente encargado" de Venezuela durante una manifestación que tuvo lugar en Caracas el pasado 23 de enero y Estados Unidos no tardó en reconocer su legitimidad.
"Hola, soy Mike Pence. [El presidente] Nicolás Maduro es un dictador sin derecho legítimo al poder. En nombre del pueblo estadounidense le decimos a todo el pueblo de Venezuela: ¡Estamos con ustedes!", arrancó su discurso el vicepresidente de EE.UU., quien empleó las expresiones 'hola' y 'estamos con ustedes' directamente en español.
El mensaje de Pence fue difundido el martes 22 de enero, antes de la masiva manifestación antigubernamental en la que Guaidó se autoproclamó, e hizo recordar el método que empleaba Barack Obama cuando hablaba sobre Libia: "As-salamu alaikum", saludaba el que fue mandatario de EE.UU. Venezuela está en otro continente, pero la retórica sigue sin cambios y Maduro ya denunció que Washington pretende dividir a su país como ya hizo en otros lugares.
Rusia alerta sobre las consecuencias de las políticas de la Casa Blanca. En la Cámara Alta del Parlamento no dudan de que EE.UU. ya interfirió en los asuntos internos del país bolivariano, algo que ya enfrentaron Libia e Irak y que casi ocurre en Siria.
"Toda la política actual" de Washington hacia Caracas "es una intrusión" y "el mundo sabe a qué llevó la intervención en Libia, qué dificultades enfrenta Irak y las que casi ha enfrentado Siria", declaró el senador ruso Konstantín Kosachov, jefe del Comité de Asuntos Exteriores del Consejo de la Federación de Rusia.
De hecho, el Ministerio de Exteriores de Siria condenó "la flagrante interferencia de EE.UU. en los asuntos internos de Venezuela" y los algunos ciudadanos de ese país mostraron su solidaridad en una manifestación frente a la Embajada venezolana en Damasco.