75 aniversario de la liberación de Leningrado: La historia del sitio más feroz de la II Guerra Mundial
Este 27 de enero, Rusia conmemora el 75.º aniversario del fin del sitio de Leningrado (la actual ciudad de San Petersburgo), el asedio más feroz y mortífero de la Segunda Guerra Mundial y uno de los más largos en la historia de la humanidad.
El bloqueo duró del 8 de septiembre de 1941 al 27 de enero de 1944 y, según distintas estimaciones, se cobró las vidas de entre 600.000 y 1,5 millones de habitantes. Más del 90 % de ellos murieron de hambre. ¿Cómo luchó y cómo sobrevivió la ciudad a aquellos 872 días oscuros?
¿Cómo comenzó el sitio?
Las tropas nazis entraron en el territorio de la región de Leningrado en julio de 1941. A finales de agosto ocuparon la ciudad de Tosno, situada a 50 kilómetros de Leningrado.
Pese a los esfuerzos del Ejército Rojo, los alemanes seguían estrechando el cerco alrededor de la ciudad, y el 2 de septiembre cortaron la última vía de ferrocarril que unía Leningrado con el resto del país. Menos de una semana después, la urbe quedó totalmente cercada, de modo que las dos únicas vías de comunicación con el exterior eran el aire y el lago Ládoga. En aquel momento, quedaban en Leningrado más de 2,5 millones de habitantes, 400.000 de los cuales eran niños.
"Los planes de los nazis pasaban por tomar la ciudad, eliminar completamente la población, destruir el territorio con inundaciones y borrar la ciudad de la faz de la Tierra. […] La ciudad no podía rendirse", explica Mijaíl Konstantínov, doctor en ciencias históricas.
¿Cómo sobrevivía la población?
El 12 de septiembre, se hizo un recuento de todas las reservas de productos alimenticios: eran suficientes solo para un mes y medio. En noviembre comenzó el hambre verdadera. Debido a la escasez de alimentos, en la ciudad se introdujo un sistema de racionamiento. Desde finales de noviembre, los trabajadores solo recibían 250 gramos de pan al día, y los niños, 125 gramos. Se hicieron frecuentes los casos de desmayos por hambre, la gente moría de agotamiento.
La única vía de evacuación y abastecimiento para la ciudad sitiada era el llamado 'Camino de la Vida' a través del lago Ládoga. En unos meses consiguieron evacuar cerca de 660.000 personas, en su mayoría niños debilitados por la falta de comida.
Sin embargo, aquel invierno resultó muy duro, frío y largo. Desde el otoño, prácticamente no hubo electricidad ni calefacción y dejó de circular el transporte. Los ciudadanos gastaban sus últimas fuerzas para cruzar las calles cubiertas de enormes capas de nieve. Además de la falta de alimentos, las condiciones sanitarias también se deterioraron enormemente. Los ataques aéreos alemanes destruyeron las infraestructuras civiles, los sistemas de agua y el alcantarillado, por lo que la gente se veía obligada a verter los residuos por las ventanas.
"No había agua, hacía falta buscarla. Mi madre encontró un par de botas de mi padre, las cortó en tiras finas, ya que antes de la guerra los zapatos se hacían de cuero genuino, como piel de cerdo. Y ella utilizaba estas tiras para hacer la sopa", relata en declaraciones a RT Zinaida Ivanova, una sobreviviente del sitio. La mujer recuerda cómo su madre solía cortar un pedazo de 125 gramos de pan en pequeños cubos y secarlos. Cuando se iba para el trabajo, les daba esos pedazos a Zinaida y a sus cuatro hermanos para que los chuparan como si fueran caramelos.
En la primavera de 1942, los científicos publicaron unos folletos con una lista de plantas forrajeras y recetas para cocinarlas, y en los hogares de Leningrado se empezaron a servir croquetas de trébol, ensaladas de dientes de león y sopas de ortiga. La situación mejoró un poco durante la segunda mitad del año, cuando los suministros de pan se hicieron relativamente regulares.
¿Cómo se liberó la ciudad?
Las tropas soviéticas realizaron cuatro intentos fallidos de romper el sitio de Leningrado. Solo en enero de 1943, cuando las principales fuerzas alemanas estaban concentradas en Stalingrado, lo lograron gracias a la Operación Chispa.
El 18 de enero de 1943, el Ejército Rojo logró abrir un corredor de 10 kilómetros de ancho, lo que permitió restablecer el abastecimiento de la ciudad. En la operación murieron unos 34.000 soldados soviéticos y 23.000 alemanes. No obstante, todavía habría que esperar más de un año para que Leningrado pudiera ser totalmente liberada.
El sitio quedó levantado por completo el 27 de enero de 1944, cuando tras dos semanas de feroces combates, las tropas soviéticas rompieron el cerco nazi y lograron que los alemanes se alejaran entre 60 y 100 kilómetros de la ciudad.
"El levantamiento del sitio de Leningrado es uno de los principales acontecimientos que anunciaron un cambio drástico en el curso de la Segunda Guerra Mundial. Hizo que los soldados del Ejército Rojo creyeran en la victoria definitiva sobre el fascismo", señala el académico e historiador ruso Vadim Trujachov.
El sitio causó pérdidas catastróficas. Si antes de la guerra fallecían en la ciudad menos de 3.500 personas al mes, en 25 días de diciembre de 1941, la cifra de muertos fue de 39.073, y en los meses posteriores, unas 3.000 personas morían cada 24 horas. En los 872 días que duró el asedió, el número total de fallecidos, según algunas estimaciones, alcanzó el millón y medio de personas.