Li Gang, un lechero chino, atrapó justo a tiempo a un bebé que cayó de un edificio el jueves en la provincia de Heilongjiang, en el noreste de China. Mientras Li realizaba su reparto diario en un supermercado, una mujer entró corriendo explicando desesperadamente que una madre estaba atrapada en una ventana con un bebé, a punto de caer en su intento por escapar de un incendio. Li inmediatamente acudió al rescate.
Utilizando su camión de reparto como escalera, Li Gang se subió al balcón del segundo piso y dos de sus colegas se ubicaron en el techo de la entrada del edificio para cubrir la mayor cantidad de terreno y poder alcanzar al pequeño.
Cuando la madre pretendía entregar el niño a Li, la cobija con la que se encontraba envuelto se abrió y dejó caer al bebé al vacío. Sin embargo, el heroico lechero logró atraparlo y ponerlo a salvo, mientras mantenía el equilibrio.
Posteriormente, ayudaron a la madre, Wang Zhimin, que pendía de la ventana humeante, y quien de acuerdo a medios locales, mostró su agradecimiento por el salvataje de su hijo, a pesar de que los hombres pusieron en riesgo su propia vida.