El papa Francisco ha afirmado que la Iglesia católica está "cansada" y "herida por su propio pecado", en una aparente referencia a la crisis generada en la institución por los escándalos de abusos a menores protagonizados por el clero.
Sus declaraciones tuvieron lugar el pasado sábado en la catedral de Santa Maria Antigua de la ciudad de Panamá durante una misa que presidió ante monjas, sacerdotes y miembros laicos de organizaciones católicas.
El pontífice ha convocado una cumbre de líderes de las iglesias católicas nacionales, que se prevé se celebre entre el 21 y el 24 de febrero en el Vaticano, para discutir sobre la crisis global de abusos sexuales.