La Organización de las Naciones Unidas (ONU) solicitó este lunes a todos los países de Latinoamérica rechazar enfáticamente la violencia física y verbal contra los migrantes venezolanos.
Eduardo Stein, representante de las agencias de la ONU a cargo de la situación de inmigrantes y refugiados, alertó en una declaración sobre el riesgo de que el racismo, la misoginia y la xenofobia contra los ciudadanos venezolanos se extiendan en los países que los reciben.
Aunque el exvicepresidente de Guatemala condenó los ataques, también destacó cómo ciertas naciones han abierto sus puertas "con afecto y generosidad" a Venezuela, de la misma forma que aquel país lo hizo con otros migrantes.
El llamado hecho por Stein ocurre días después de que Gobierno ecuatoriano vinculara a los migrantes de Venezuela al aumento de la criminalidad en su país y llamara a la conformación de "brigadas" para "controlar la situación legal" de ese colectivo, luego de que un venezolano perpetrara un feminicidio contra una ciudadana de Ecuador.
Tras el comunicado oficial, ocurrieron una serie de agresiones xenófobas en contra de la comunidad venezolana que vive en Ecuador. Jorge Arreaza, canciller de Venezuela, responsabilizó a Quito por "toda infracción física, moral y ciudadana" que le ocurriera a sus connacionales en el país andino.
Arreaza enfatizó que la nacionalidad "no es un criterio de criminalización", por lo que rechazó el mensaje emitido por el Gobierno de Lenín Moreno tras el feminicidio, y exigió a las autoridades de ese país a asumir su responsabilidad por el llamado a la "violencia xenófoba". Además, aseguró que activarán un plan de retorno para los migrantes venezolanos en Ecuador.
El canciller informó también que, desde el año pasado, Caracas ha invitado varias veces a las autoridades del país a intercambiar información sobre los migrantes venezolanos sin recibir respuesta oportuna.