Un niño de 13 años fue hallado muerto y congelado este domingo por la policía de Marshalltown, en el estado de Iowa, EE.UU., luego de permanecer cinco días desaparecido tras haber abandonado su hogar en medio de una tormenta de nieve.
El menor, de nombre Corey Brown, había tomado la fatídica decisión el pasado 22 de enero, molesto porque sus padres le habían quitado su teléfono móvil, informó el periódico local Times Republic.
Tras recibir la denuncia de la familia Brown, las autoridades del lugar habían iniciado una intensa búsqueda, aunque trabajaron con dificultades: en esos días, cayeron varios centímetros de nieve y la temperatura registrada fue menor a cero grados.
Además, ofrecieron una recompensa de 1.000 dólares a quienes aportaran información sobre el paradero del menor.
Según informaron oficialmente, cerca de las 10:45 de la mañana del domingo (hora local), la policía halló en una zona alejada, al oeste de la ciudad, el cuerpo congelado del pequeño Corey. Sin embargo, no brindaron detalles del lugar específico del hallazgo, y aclararon que, si bien no hay indicios de un acto criminal, la investigación está aún en curso.
"En este momento, no hay evidencia o información que indique alguna actividad criminal relacionada con esta persona desaparecida. Sin embargo, esto sigue siendo una investigación activa y todos los escenarios posibles serán investigados a fondo", indicaron desde el Departamento de Policía de Marshalltown, a través de un comunicado.
En el mismo texto, la policía difundió las palabras de agradecimiento de la familia del niño a la comunidad del condado, por "su apoyo en este difícil momento". Muchos vecinos y organizaciones del lugar habían brindado ayuda y pusieron a disposición elementos de logística para intensificar la búsqueda.
Michelle y Craig Brown, papá y mamá de Corey, habían brindado una conferencia de prensa durante la semana pasada, pidiendo desesperadamente que el niño regresara a su hogar. "Corey, sabes cuánto te amamos. Y no voy a parar hasta que te encontremos. Si estás afuera, porfavor, ven a casa", suplicaron.
Tras conocer la noticia del fallecimiento, la familia decidió no hacer declaraciones a los medios y pidió respeto al duelo.
Por su parte, el jefe de la policía de Marshalltown, Mike Tupper, dijo que la reacción del niño ante la decisión de sus padres de quitarle el celular es "típica de un niño de 13 años", salvo que en este caso el pequeño Corey "reaccionó emocionalmente a eso".