Investigadores del Laboratorio de Propulsión a Reacción de la NASA (JPL, por sus siglas en inglés) han descubierto una gigantesca cavidad debajo del glaciar Thwaites de la Antártida que se formó como resultado del deshielo en los últimos tres años, informó este 30 de enero la agencia espacial estadounidense.
Si bien la presencia de espacios huecos entre el hielo y la base rocosa era de esperar por el contacto con aguas oceánicas, a los expertos les sorprendieron las dimensiones y el "explosivo ritmo de crecimiento" de ese gran hueco, que tiene cerca de 300 metros de altura y un volumen equivalente a 14.000 millones de toneladas de hielo.
Reacción en cadena
"Durante años sospechamos que el Thwaites no se encontraba firmemente adherido a su base rocosa", manifestó Eric Rignot, investigador de la Universidad de California y de la NASA. Para confirmar esa hipótesis, este hombre y sus compañeros utilizaron nuevos radares capaces de penetrar la espesa capa de hielo.
Esos científicos estiman que este glaciar es responsable del 4 % del incremento del nivel del mar en el mundo y, si se derritiera por completo, el agua subiría más de 65 centímetros y afectaría a otros glaciares próximos, que provocarían un incremento adicional de 2,4 metros.
Círculo vicioso
"Mientras más calor y agua ingresan por debajo de un glaciar, más rápido se derrite" y ese proceso se da gracias a canales con un ancho próximo a un kilómetro, que actúan "como dedos que se extienden por debajo" para derretir esa masa de hielo desde la base de manera inadvertida, explica Pietro Milillo, el autor principal de la investigación del JPL.
Por este motivo, es posible que las investigaciones anteriores subestimaran el verdadero ritmo de deshielo del glaciar Thwaites, concluyen los expertos de la NASA.