Resuelven el misterio de las huellas de dos diferentes grupos de antiguos homínidos en Siberia

Tras largas especulaciones, se ha determinado con precisión cuándo los neandertales y los denisovanos habitaron en Siberia: ambos grupos convivieron durante miles de años.

La región de Altái, en el sur de Siberia (territorio actual de Rusia), fue habitada en algunos períodos del Pleistoceno por al menos dos grupos de antiguos homínidos: los neandertales y los denisovanos, también conocidos esos últimos como 'hombres de Denísova', y cuyo nombre se debe a la cueva homónima donde fueron encontrados sus restos. Esa caverna, situada en las montañas de Altái, es el único lugar del planeta que contiene depósitos estratificados que preservan evidencia genética y esquelética de ambos grupos.

Dos nuevos estudios, publicados en la revista Nature, arrojan luz sobre cuándo los neandertales y los denisovanos habitaron en ese lugar antes de extinguirse. Los autores del primer estudio, investigadores australianos y rusos dirigidos por Richard Roberts –de la Universidad de Wollongong, Australia–, determinaron la edad de los depósitos hallados en la cueva utilizando la datación óptica, un método que permite determinar cuándo la muestra se encontró expuesta por última vez a la luz.

De esa manera lograron crear un mapa detallado, capa por capa, de los depósitos existentes en la cueva de Denísova, y precisar la antigüedad de cada una. Descubrieron que los primeros rastros de la presencia de denisovanos datan de hace 287.000 años, mientras que los neandertales aparecieron allí hace 193.000 años.

Los últimos denisovanos vivieron allí hace unos 55.000 años. Los neandertales abandonaron la cueva antes, hace unos 80.000 años, por lo que se puede deducir que ambos grupos conviveron en ese lugar durante miles de años. El hecho confirma evidencias halladas anteriormente de que los dos grupos pudieron tener descendencia común.

El segundo estudio, realizado por investigadores de Rusia, Australia, Reino Unido y Alemania –bajo el liderazgo de Tom Higham, de la Universidad de Oxford–, determinó la antigüedad de 50 enseres hallados en la cueva y describió tres nuevos fragmentos de restos de los denisovanos.