¿Uber y Cabify, o taxi? Hablamos con los ciudadanos de Barcelona

Las dos compañías más importantes de alquiler de vehículos de transporte con conductor, Uber y Cabify, han decidido abandonar a partir de este viernes la capital catalana. 

Estas firmas aglutinan la mayor parte del tráfico de los VTC —vehículos de transporte con conductor— pero ninguna de las dos posee automóviles. Son las flotas de otras empresas las que utilizan sus plataformas para prestar los servicios y, tras la marcha de los dos gigantes internacionales, la mayoría ya ha anunciado el despido de sus trabajadores.

Opiniones

"Es un fracaso porque me parece que son plataformas que lo que hacen es hacer la vida más fácil y dar más opciones de movilidad", opina una ciudadana. Por el contrario, otro vecino barcelonés afirma que es una decisión "precipitada": "Creo que podrían haber apurado un poco más los plazos", añade.

Los taxistas a partir de ahora casi no tendrán competencia, a parte de los medios de transporte colectivo. Uber y Cabify dicen que han sido expulsados de esta ciudad y califican la nueva normativa del Gobierno de la Generalitat, que entra en vigor este 1 de febrero, de "restrictiva".

¿Por qué se marchan Uber y Cabify de Barcelona?

Posturas encontradas

Las compañías internacionales culpan de su marcha a la nueva regulación, que establece que este tipo de servicios tienen que tener una antelación de al menos 15 minutos desde que son contratados por el cliente hasta que son prestados, por lo que tanto Uber como Cabify dicen que el negocio no es rentable.

Por su parte, los taxistas afirman que lo sucedido es una estrategia de 'marketing' y que lo único que han hecho es defender la ley. "La victoria para los taxistas ha sido conseguir que tanto Uber como Cabify tengan que trabajar cumpliendo la ley", afirma un taxista de la Ciudad Condal, quien también cree que los trabajadores de estos negocios "ahora volverán al paro y seguramente dentro de una semana estarán aceptando otro trabajo en las mismas condiciones, o quizás mejores".

Precisamente, esa es la otra cara del conflicto, la de los trabajadores de los VTC, pues se calcula que unos 3.500 pueden perder sus puestos de trabajo. Alguna de las empresas que poseen flotas que prestan servicios a las multinacionales ya han anunciado la presentación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), como es el caso de Vector Ronda, que afirma que despedirá a unos 1.000 trabajadores.

Víctor, conductor de VTC, contaba durante su último viaje para Uber que para él "es una desgracia", porque tiene familia y tiene que mantenerla. "Aquí tenía un buen trabajo, buenas condiciones, y es una pena que Uber se marche de Barcelona, porque yo estaba aquí perfectamente bien trabajando (...) Yo no he sido esclavo", afirma Víctor, que ha estado cuatro meses conduciendo para esta plataforma.

Nuevas acciones de los taxistas: querella criminal

Por su parte, los taxistas, por medio del portavoz de la Plataforma Integral del Taxi (PIT), Tito Álvarez, han anunciado también este viernes que comenzarán a emprender acciones legales contra las compañías que prestan servicios de VTC.

Según ha comunicado a los medios, 753 taxistas van a presentar una demanda civil, a través de la PIT, un proyecto que integra a casi 2.000 taxistas, para hacer "movimientos jurídicos" con el despacho del juez inhabilitado Elpidio Silva. "Vamos a demandar a Cabify, a Uber, y a sociedades que utilizan flotas de VTC para hacer trabajo de taxi a través de estas aplicaciones", ha informado Álvarez. Asimismo, ha anunciado que la demanda telemática está interpuesta desde este jueves y que cientos de taxistas se están uniendo. Además, tienen la intención de presentar nuevas demandas cada semana.

Sobre la posibilidad de presentar también una querella criminal, ha dicho: "Está casi terminada. Tenemos pruebas de que hay blanqueo de capitales, estafa masiva, fraude de ley y manipulación del precio de las cosas mediante engaño".