China probó el cañón naval más poderoso del mundo a principios de este mes y se espera que esta arma, que se instalará en buques de guerra, engrose el arsenal de Pekín en 2025, informa la cadena estadounidense CNBC, que remite a una fuente anónima de la inteligencia estadounidense.
El cañón chino tiene un alcance de 200 kilómetros y la velocidad de su proyectil llega a 2,5 kilómetros por segundo, según las personas que tuvieron acceso al informe de inteligencia.
En perspectiva, un disparo realizado desde Washington podría llegar a Filadelfia en menos de 90 segundos.
Las armas electromagnéticas han aparecido durante mucho tiempo en las listas de deseos militares rusas, iraníes y estadounidenses como armas de bajo costo cuya fuerza cinética proporciona al proyectil un enorme poder destructivo junto con el alcance y la precisión de un misil guiado.
Los proyectiles del cañón chino cuestan entre 25.000 y 50.000 dólares la unidad, según la evaluación de la inteligencia estadounidense. En comparación, un misil de crucero Tomahawk de la Armada de EE.UU. cuesta 1,4 millones de dólares, aunque la equiparación no sería del todo exacta, ya que ambas armas disponen de tecnologías diferentes.