Una huelga obrera sin precedentes en la frontera norte de México ha generado pérdidas millonarias en la industria automotriz de América del Norte. Y los empresarios temen que la rebelión de los trabajadores pueda extenderse a otras regiones del país tras el aumento decretado por el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Se trata de casi 45.000 trabajadores de 45 empresas maquiladoras -en su mayoría de autopartes-, asentadas en la ciudad fronteriza de Matamoros, Tamaulipas. Los obreros estallaron en huelga al exigir un aumento salarial del 20% y el pago de un bono anual que se incrementó de manera sustanciosa tras el decreto expedido por López Obrador para aumentar el salario mínimo en todo el país, pero con un mayor monto en la frontera norte de México. Un bono que, con el aumento de ley, alcanzó los 32.000 pesos (1.680 dólares) por cada trabajador.
La huelga estalló el pasado viernes 25 de enero, luego de que los trabajadores, desconfiados por la corrupción de sus líderes sindicales, contactaron a la abogada laborista Susana Prieto Terrazas como su asesora.
En entrevista con RT, la aguerrida licenciada asentada en Ciudad Juárez, famosa por dar asesoría jurídica a los trabajadores maquileros en su página de Facebook, asegura que la huelga es el producto de un "robo" a los trabajadores por parte de las empresas que generan partes para la industria automotriz.
"Los trabajadores dijeron que por culpa de mis videos ellos se habían metido en esta revuelta y que no los podía dejar solos", cuenta Prieto, al explicar a detalle los motivos que ocasionaron el conflicto.
Los detalles de una "histórica" huelga
"Las empresas quisieron evadir el pago del bono único al que los trabajadores tienen derecho desde hace más de 15 años", señala la abogada.
En este sentido, Prieto explica que, por ley, cada año debía aumentar todo el salario mínimo, pero a través de una maniobra contractual con los líderes sindicales las empresas evadían el aumento de salarios mediante el pago de un bono único. Dicho bono anual se fijaba multiplicando la diferencia del salario mínimo de un año a otro por los 365 días del año.
Si de 2015 a 2016 la diferencia de 4% de aumento en el salario mínimo equivalía a 2,94 pesos, esa cantidad se multiplicaba por 365 días del año y les daban un bono de 1.073 pesos (56 dólares) al año.
Pero con el decreto para aumentar el salario mínimo en la frontera norte, la diferencia entre el salario mínimo de 2018 y 2019 es de 88,36 pesos, el doble de lo que se tenía antes (al pasar de 88,36 pesos a 176,72 pesos, es decir, de 4,60 a 9 dólares por día), lo cual arroja un bono único de 32.251 pesos (1.686 dólares). Una diferencia que las empresas quisieron evitar a toda costa.
"Nunca creyeron que iba a llegar una persona que aumentaría al 100% el salario mínimo", explica Prieto Terrazas, quien asegura que las dimensiones de la huelga representan un acontecimiento histórico.
"Es algo que jamás había ocurrido. No hay un precedente igual. Los trabajadores de Matamoros están haciendo historia. Están en una posición de poder ante las empresas, los tres niveles de gobierno y los sindicatos", señala la abogada.
Acusa que aunque líderes sindicales (como Juan Villafuerte, secretario general del Sindicato de Jornaleros Obreros Industriales de la Industria Maquiladora) y políticos (como Ricardo Monreal, líder de la bancada de Morena en el Senado) quisieron reventar la huelga para favorecer a las empresas, los obreros no lo permitieron, lo cual ha generado un revuelo en toda la franja norte y los centros maquileros del país.
La abogada también ha denunciado una campaña de acoso, desinformación y amenazas de muerte en su contra, además de represión contra algunos trabajadores.
De las 45 empresas que se fueron a huelga, 15 de ellas aceptaron las condiciones exigidas por los trabajadores. Pero los obreros se unieron y mantuvieron el paro de actividades hasta no resolver las condiciones contractuales para todos los empleados del sector maquilero. Actualmente van 31 empresas que aceptaron pagar un aumento del 20% y el bono único, aunque todavía existen 11 empresas aferradas a no dar el bono, según explica la abogada.
"Los trabajadores están aprendiendo que su fuerza de trabajo es el motor que mueve toda esta industria multimillonaria alrededor del mundo y que solo pertenece a 10 familias. Si los trabajadores se dan cuenta de ello, vamos a tener una sociedad más justa porque van a saber exigir mejores salarios", señala Prieto.
La huelga obrera en Matamoros provocó que otros colectivos de trabajadores exigieran mejores condiciones laborales en sus empresas, tal como pasó con trabajadores de Coca Cola y obreros de otros centros industriales como Aguaprieta, Mexicali y Ciudad Juárez, quienes ya han contactado a la abogada para que los asesore legalmente.
"Eso era lo que no querían: este fervor que existe del movimiento obrero en la franja fronteriza, derivado del robo que las empresas están haciendo a los trabajadores", asegura.
Por ello, asegura que las versiones del sector empresarial sobre la manera en que las huelgas provocarán una fuga de capitales es una campaña mediática que no corresponde con la realidad.
"¿Cuándo se van a ir las empresas a EE.UU. para pagar entre 12 y 26 dólares la hora a los trabajdores que les pagan aquí 150 pesos (7,8 dólares) diarios?", cuestiona.
Y suelta una última advertencia. "Que cumplan con el decreto o se les va a armar una verdadera revolución", asegura Prieto.
Pérdidas millonarias
A una semana de iniciado el conflicto, los empresarios maquileros reportan pérdidas diarias por 37,5 millones de pesos diarios (1,9 millones de dólares), según el presidente del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (INDEX), Luis Aguirre.
La mayoría de las empresas maquiladoras en huelga pertenecen al sector electrónico y de autopartes.
Las exportaciones automotrices desde México representaron casi el 36% de las manufacturas exportadas en 2018, con un valor de 142.177 millones de dólares, según Reuters.
Tras el estallido de la huelga, 15 maquiladoras anunciaron sus intenciones para salir del país.
Mientras tanto, el sector empresarial, a través de organismos como INDEX y el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), hicieron un llamado al Gobierno de López Obrador y el Gobierno de Tamaulipas para intervenir en el conflicto y solucionar la crisis.
Las organizaciones empresariales argumentan que la huelga es "ilegal", debido a que la Junta Local de Conciliación y Arbitraje declaró incompetencia para 13 empresas del sector automotriz y las turnó a la Junta Federal. "Asimismo declaró huelga inexistente en 16 empresas adicionales, lo que implica que deben reiniciarse las actividades", señaló el CCE y otras organizaciones de industriales en un comunicado.
La postura del Gobierno
En tanto, la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, cuya titular es Luisa María Alcalde, asegura que no tienen jurisdicción para intervenir en el asunto, aunque el Gobierno de López Obrador ya envió a funcionarios para tratar de conciliar entre las partes.
"En el conflicto laboral de Matamoros, se debe apostar al diálogo y al entendimiento entre las empresas y los trabajadores, es la única vía razonable para encontrar una verdadera solución. A pesar de ser huelgas locales, seguiremos coadyuvando hacia un entendimiento", dijo la secretaria de Trabajo en su cuenta de Twitter.
Una postura que, sin embargo, no dejó satisfechos a los representantes del sector empresarial, tal como manifestó el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos, quien aseguró que la huelga de trabajadores en Matamoros pone en riesgo a decenas de empresas y miles de empleos, así como la reputación del país ante inversionistas extranjeros.
Pérdidas económicas que, sin embargo, no han podido detener la huelga que se mantiene en Matamoros y podría extenderse a otras regiones de México.
Manuel Hernández Borbolla