"Aunque sean huesitos, pero lo encontré": La caravana de madres hondureñas que busca a migrantes desaparecidos

Las madres de numerosos migrantes hondureños desaparecidos crearon hace 20 años el Comité de Familiares de Migrantes Desaparecidos de El Progreso (COFAMIPRO), cuyo objetivo es unir fuerzas y recursos en la búsqueda de sus hijos. Una de sus actividades más importantes y efectivas son las caravanas que organizan anualmente, que recorren Centroamérica y México investigando el paradero de sus seres queridos.

La inciativa, en palabras de su presidenta, Rosaneli Santos, "nace del dolor, del llanto, de la angustia, de la desesperación, de ver que nos abrazamos unas con otras". COFAMIPRO se creó en 1999 y desde entonces encauza la energía de las madres en investigaciones mucho más potentes y efectivas de las que se pueden realizar de forma individual.

"Al menos su corazón está limpio"

En unos 200 casos, esas pesquisas han dado resultado, pero no siempre hay un final feliz: muchas madres encuentran a sus hijos pero ya sin vida. "Al menos su corazón está limpio –señala Santos–. Lo primero que dicen es 'aunque sean huesitos, pero lo encontré'".

Edita Maldonado es una de esas madres cuya búsqueda terminó en una triste noticia: "Yo la perdí, por causa de la migración, por estar afuera de su hogar, por haber migrado, porque ella no podía ayudarme en nada, porque el trabajo que tenía no le servía, no le gustaba. Por eso perdí a mi hija también". Edita, no obstante, asegura que va a seguir en COFAMIPRO "ayudando a las madres", porque "ellas también lloran igual que yo, en busca de sus hijos, de sus hijas". Actualmente es la Secretaria del comité.

La organización ofrece terapia, apoyo en la búsqueda y en los caros procesos de repatriación de cadáveres, cuyos costes pueden llegar a los 8.000 dólares. Uno de los mayores logros de COFAMIPRO en este sentido ha sido convencer a la cancillería hondureña de que habilitase un fondo de deportación para contribuir a la financiación de estos gastos. No obstante, aún existen muchas fallas en el proceso.

"Aquí en nuestro país hemos recibido ataúdes llenos con bolsas de arena, con pedazos de carne que no son humanos, y restos que no son –explica Rosaneli Santos–: a una madre que esperaba recibir a su hija mujer, le vino un hombre. ¿Cómo puede pasar eso?".

"No vamos a permitir que esto siga sucediendo"

Este comité de familiares ha logrado expandir su causa gracias a un programa de radio en una emisora local, a las redes sociales y, sobre todo, a las marchas que organiza. Anualmente lleva a cabo la Caravana de Madres de Migrantes Desaparecidos, que ha sido su estrategia más efectiva desde el año 2000.

"Ese mismo año [2000] hicimos una primera caravana a Tegucigalpa –explica Edita Maldonado–, hasta presentarnos frente al consulado estadounidense y al mexicano, y luego fuimos a la cancillería". "Éramos 72 personas aquella vez", añade. Actualmente, otras asociaciones, como Movimiento Migrante Mesoamericano, se han sumado a las marchas.

Una integrante de esta asociación, Ana Enamorado, explica no obstante que buscar "una vez al año" a los desaparecidos "no es suficiente". "Lo mejor sería poder viajar las veces que hiciera falta para hacer esta búsqueda y exigirle a las autoridades la aparición con vida de sus familiares y la verdad", afirma esta mujer, que perdió a su propio hijo en 2010. 

De momento, las madres organizadas a través del comité seguirán unidas, recorriendo países y kilómetros, investigando el paradero de quienes se fueron y jamás regresaron, y teniendo en mente un objetivo claro, que la propia Enamorado expresa con claridad: "Que haya justicia, porque los migrantes son invisibles y ya no vamos a permitir que esto siga sucediendo".