El fiscal argentino Carlos Stornelli, quien investiga la denominada "causa de los cuadernos", que involucra a empresarios y funcionarios del Gobierno de Cristina Kirchner en el presunto pago de coimas relacionadas a la obra pública, fue denunciado por uno de los acusados, quien afirma que fue extorsionado con un pedido de dinero a cambio de no ir preso.
Según informó el periodista Horacio Verbitsky, el productor agropecuario Pedro Etchebest fue quien presentó la denuncia, acompañada por una serie de pruebas en el Juzgado Federal de Dolores, a cargo de Alejo Ramos Padilla.
Etchebest aportó fotos, audios y capturas de pantalla de su celular que darían cuenta de sus conversaciones con Marcelo D'Alessio, un funcionario regional que afirma pertenecer a la Agencia de Control de Drogas de EE.UU. (DEA), y quien, en nombre del fiscal Stornelli, la habría pedido la suma 300.000 dólares al empresario para desvincularlo de la causa, que tiene como juez a Claudio Bonadio.
El propio D'Alessio, quien afirma ser amigo del fiscal, asegura en las conversaciones que a través de ese mecanismo, Stornelli y Bonadio recaudaron "10, 12 palos [millones de dólares]. Y cuenta que varios empresarios fueron presionados ya por la misma vía.
En uno de los diálogos grabados, D'Alessio afirma que su gestión será gratis, pero que es imprescindible "una atención con Carlos [Stornelli]".
En otro de los audios, Etchebest y D'Alessio conversan sobre un encuentro con el fiscal, a quien en pleno cierre de las presuntas negociaciones, supuestamente el empresario pudo estrecharle la mano en la ciudad bonaerense de Pinamar.
Este jueves, Stornelli fue consultado por la prensa local sobre la denuncia, pero negó los cargos y dijo que se trata de una "operación política berreta [vulgar]" en su contra.
¿Qué es "la causa de los cuadernos"?
La "causa de los cuadernos" investiga el presunto pago de sobornos a entonces funcionarios del Gobierno de Cristina Kirchner, quien fue citada nuevamente este miércoles a declarar como imputada, por parte de empresarios contratados para la obra pública.
La investigación fue impulsada a partir de la aparición de una serie de fotocopias de libretas en las que figuraban anotaciones detalladas de supuestos pagos de sobornos y movimientos de dinero entre exfuncionarios y empresarios, algunos de los cuales declararon luego ante Bonadio en calidad de "arrepentidos".
Esos cuadernos, prueba fundamental de la investigación, habrían sido escritos por Oscar Centeno, un exmilitar del Ejército y chofer de Roberto Baratta, exfuncionario del Ministerio de Planificación.
Un amigo de Centeno, Jorge Bacigalupo, entregó fotocopias de los cuadernos al diario La Nación, que publicó todo su contenido. Sin embargo, las pruebas físicas nunca aparecieron. El propio Centeno afirmó al declarar en la Justicia que los había quemado en una parrilla.