El canal internacional
de noticias en español
más visto en el mundo
Actualidad

Las mujeres "asaltan" la ciencia en España

Publicado:
Desde hace tres años se conmemora el 11 de febrero como Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.
Las mujeres "asaltan" la ciencia en España

El 11 de febrero se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Se trata de una efeméride que tiene muy corta vida, pues fue establecida recientemente, en diciembre de 2015, por la ONU, pero que en España ha causado furor.

Actualmente, según la UNESCO, solo el 28% de los investigadores del mundo son mujeres y en la enseñanza superior solo el 35% de los estudiantes de carreras STEM (acrónimo inglés que designa las disciplinas de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas) son mujeres. Según Eurostat, la proporción de doctoras en ámbitos STEM en la Unión Europea es del 37,1%.

Iniciativa '11 de Febrero'

La iniciativa '11 de Febrero' celebra este acontecimiento por todo lo alto a nivel estatal. Alrededor de 2.200 actividades llegarán hasta el 15 de febrero a unas 130.000 personas en todo el territorio, el 90% de ellas en centros escolares. Hasta 900 personas, la mayoría de ellas mujeres científicas, impartirán 1.900 charlas y talleres en 800 centros educativos.

Pero no solo el ámbito de la educación se ha sumado a esta celebración, también centros de investigación, universidades, museos, empresas, bibliotecas y hasta bares se han adherido a esta iniciativa.

Rocío Ibarra, responsable de esta iniciativa, explica a este medio cómo la idea surgió de un grupo de comunicadoras y científicas que se pusieron en marcha: "Necesitamos que estudien y se dediquen a estas carreras y que se visibilice a la mujer científica".

100 científicas en Cataluña

Además de esta macroiniciativa, otras jalonan el territorio nacional. Una de las más importantes es la que lleva a cabo la Fundación Catalana para la Investigación y la Innovación, que con su proyecto '100tífiques', dirigida a alrededor de 10.000 alumnos de educación secundaria, lleva a las aulas catalanas a más de 100 investigadoras con el propósito de fomentar la vocación científica entre los niños y niñas y destacar la relevancia de la mujer en la ciencia.

Es una iniciativa que cumple 15 años, pero que por primera vez pone el foco en la brecha de género. "Hace tiempo que estamos en una línea de trabajar con la brecha de género y los estereotipos", cuenta Susaina Figuera, directiva de Proyectos de la Fundación.

Su acto central estará protagonizado por Ada Yonath, Premio Nobel de Química 2009, con la charla '¿Qué son los ribosomas y por qué son importantes?'. Además, ha contado con la presencia sorpresa de otro premio Nobel, Jerome Freidman, que ganó el galardón en la categoría de Física en el año 1990.

Figuera explica cómo las científicas están "entusiasmadísimas" y los colegios también. Han logrado que 150 de ellas, provenientes tanto de universidades como de empresas, se involucren en esta iniciativa.

El desequilibrio avanza con la carrera

Y lo cierto es que el objetivo perseguido merece la involucración de todas estas profesionales. En España, actualmente, más de las mitad de los estudiantes universitarios son mujeres, pero todavía son minoría –en algunos casos ínfima– en algunas áreas del conocimiento, como son las ciencias y la tecnología. Lo más grave es que el desequilibrio se acentúa según se va progresando en la carrera investigadora.

De hecho, en algunas de esas carreras en las que hay un bajo porcentaje de presencia femenina, en los últimos años, en vez de incrementarse se ha reducido aún más, como el paradójico caso de la informática. Si en los años 80 se rondaba el 40%, el descenso ha sido significativo y casi ha reducido la tasa a la mitad.

Si cuando comienzan su carrera como personal investigador en formación, las mujeres son el 57% del total, según van ascendiendo va disminuyendo su presencia hasta ni siquiera llegar al escuálido 25% cuando se alcanza la meta de ser Profesor Investigador de un proyecto, según los datos que ha hecho públicos el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España.

Así que la tarea es ingente: eliminar los estereotipos de género en el ámbito de la ciencia; fomentar las vocaciones científicas en niñas y adolescentes; visibilizar el trabajo de las científicas; y conocer las causas de la brecha de género en este ámbito y promover prácticas que ayuden a eliminarla.

¿Las niñas no quieren ser científicas?

"Desde chiquititas las niñas viven rodeadas de sesgos y estereotipos", afirma Rocío Ibarra, responsable de la iniciativa española '11 de Febrero'. Así, relata como hay estudios recientes que lo ilustran. Uno de ellos mostraba la evaluación 'a ciegas' de miles de exámenes en los que las chicas obtenían resultados más positivos que los de sus compañeros varones. Los mismos exámenes evaluados por profesores que conocían a los alumnos, y por tanto su género, daba como resultado que esas mismas chicas obtuvieran peores resultados que sus compañeros varones.

De esta manera, según explica Ibarra, las jóvenes "se animan a estudiar otras materias".

Figuera ofrece otro dato: hacia los seis años las niñas comienzan a autoexcluirse de las matemáticas y otras materias relacionadas. Según un artículo publicado en la revista 'Science', en 2017 los estereotipos de género sobre la capacidad intelectual aparecen a esa temprana edad, cuando las niñas comienzan a considerarse a sí mismas menos brillantes que los niños.

Esa autolimitación se hará más profunda con la edad debido a cuestiones relacionadas con la conciliación y con las posteriores discriminaciones que se encuentra en el mercado de trabajo.

¿Falta de referentes femeninos?

Faltan referentes femeninos en el ámbito de la ciencia. Las niñas y adolescentes no tienen espejo en el que mirarse. Los libros no muestran mujeres entre sus páginas, salvo excepciones como Marie Curie que, entre otras cosas, ha sido la primera persona –en una lista con tan solo cuatro nombres– en ganar dos premios Nobel, además en dos disciplinas diferentes.

Los expertos de los medios de comunicación tampoco muestran apenas expertas mujeres. La inmensa mayoría de las veces que se ofrece la opinión de una voz autorizada en una materia, suele ser la de un varón.

Además, sufren el techo de cristal en su carrera investigadora, tanto en el ámbito universitario, donde solo el 20% de las cátedras son para mujeres y donde solo hay ocho rectoras en las 50 universidades públicas, como en la empresa.

También en ámbitos como el de los reconocimientos existe cierta invisibilización. Por ejemplo, desde que en 1901 comenzaran a otorgarse los premios Nobel, solo 12 mujeres lo han ganado en Fisiología o Medicina, cuatro en Química (uno para Marie Curie y otro para su hija 32 años después) y dos el de Física (uno de ellos también para Marie Curie). El de Economía fue establecido mucho más tarde, en 1968, y solo una mujer lo ha logrado. Y las cifras no han ido mejorando con el paso de los años.

Y por supuesto los libros de texto. Empezando por primaria, siguiendo por secundaria y continuando por la educación superior, los libros que los estudiantes tienen que enfrentar carecen de nombres femeninos más que en contadas ocasiones.

Además, en lo que coinciden las expertas, es que también los niños necesitan referentes femeninos, no solo las niñas, porque en un futuro ellos serán compañeros, profesores, evaluadores o empleadores, que pueden también estar marcados por los estereotipos negativos hacia la presencia de las mujeres en ciertas áreas.

La omnipresente brecha de género y los estereotipos

La brecha de género está presente a lo largo de todo el recorrido de la carrera científica de la mujer. Las expertas sostienen que es muy importante mirar al pasado, porque sí ha habido referentes, sí ha habido pioneras, pero no se ha sabido transmitir ese conocimiento.

Los estudios son contundentes, y también abundantes. Otro de ellos, que pone como ejemplo Ibarra, se realizó en EE.UU y fue publicado en la revista 'Proceedings of the National Academy of Science'. En él 127 científicos –de ambos sexos– examinaron dos currículos: el de Jennifer y el de John. Concluyen que ella debía recibir una remuneración menor porque la habían evaluado peor. Pero los currículos eran absolutamente iguales: "Inconscientemente se les evalúa diferente" tan solo por el género, apunta Ibarra.

Quizá es por esto por lo que Figuera afirma que las mujeres si no cumplen el 100% de los requisitos establecidos en una oferta de empleo, no envían su currículo, mientras que los hombres sí lo hacen. "Hay toda una serie de barreras. Hay que acabar directamente con los estereotipos", afirma.

Ibarra pone el ejemplo de los medios: "Las fuentes de los periodistas están llenas de hombres". Cuenta que en este sector el 90% de los directivos son hombres, el 80% de los expertos también, y que el papel de la mujer es apenas testimonial. "Estamos en un panorama en el que no estamos mostrando la realidad. Nos estamos perdiendo un alto porcentaje del talento".

Exactamente lo mismo que ha afirmado en eldiario.es Pedro Duque, ministro español de Ciencia, Innovación y Universidades, que con motivo de esta efeméride ha querido resaltar que aprovechar y visibilizar a la mujer en esta área "es una cuestión de justicia social, pero también una necesidad si queremos avanzar como sociedad".

Algunas desconocidas que merece la pena conocer

Y no es que no haya mujeres a las que admirar por sus capacidades en la ciencia y tecnología. Rocío Ibarra y Susaina Figuera nos dejan una pequeña lista de algunas de las las grandes desconocidas a las que hay que conocer, algunas ya fallecidas y otras cuyas carreras pueden ofrecer todavía muchas gratas sorpresas. Además de coincidir, por supuesto, en dos nombres propios: Margarita Salas y María Blasco, dos de los pocos referentes femeninos que son conocidos por la opinión pública española.

La primera fue discípula de Severo Ochoa –uno de los dos españoles que ha conseguido el preciado galardón sueco fuera del ámbito de la literatura– y que sigue desarrollando su trabajo vinculada al CSIC. La segunda científica dirige actualmente el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).

Además, Figuera nos avisa de que prestemos atención a la última de la lista, de quien asegura que ganará el Nobel de Física de aquí a unos años: "Tiene respuestas a preguntas que aún no nos hemos formulado".

Nuria López

Si te ha gustado, ¡compártelo con tus amigos!

comentarios