La empresa Vale tenía conocimiento previo del riesgo de colapso de la represa 1 en la mina Córrego do Feijão, en el estado brasileño de Minas Gerais, que al romperse el 25 de enero ocasionó una tragedia que ha dejado 165 muertos hasta el día de hoy.
Vale había clasificado la represa como dos veces más propensa a fallar que el nivel máximo de riesgo tolerado por la política de seguridad de esa compañía minera brasileña, de acuerdo con un informe al que accedió la agencia Reuters.
En el informe, fechado el 3 de octubre de 2018, la empresa identificó como causas probables de una falla potencial en la represa la licuefacción estática (término que se aplica cuando el terreno pierde resistencia y se comporta como un material líquido) y la erosión interna.
Al menos 160 personas se encuentran desaparecidas tras la ruptura del dique, en lo que se considera la peor tragedia minera en Brasil.
La respuesta de Vale
Tras la tragedia del 25 de enero, el presidente de Vale, Fabio Schvartsman, aseguró en un video que la empresa ha hecho un "gran esfuerzo" para que sus represas estén en las mejores condiciones posibles.
"Hemos usado todo tipo de tecnologías, especialmente después de la tragedia de Mariana", recordó Schvartsman en referencia a la ruptura de un dique minero de la empresa Samarco, controlado por Vale y la anglo-australiana BHP-Billiton, que dejó 19 muertos en 2015.
La empresa no hizo comentarios respecto al informe revelado este lunes, de acuerdo con Reuters.