El reconocido y prestigioso médico australiano Paul Bauert asegura que los refugiados a quienes se les negó el asilo en Australia y permanecen en las islas de Manus (Papúa Nueva Guinea) y Nauru (Micronesia) se encuentran en peor situación que las víctimas del Holocausto nazi.
Según Paul Bauert, presidente de la Asociación Médica de Australia, la diferencia entre los judíos que murieron en la cámara de gas y los solicitantes de asilo es que estos últimos sufren más porque carecen de la "falta de certeza" del destino que les espera.
"Sabemos que la razón principal del deterioro de la salud mental es una falta de certeza durante la detención. Esto es lo que está sucediendo con las personas en alta mar", afirmó Bauert este lunes en una entrevista a Sky News.
El doctor argumenta que esta "falta de significado y de cualquier fin" no ocurrió con los protagonistas del genocidio nazi: "aquellos que sabían que finalmente estaban a punto de ser condenados a la cámara de gas al menos encontraron algo de alivio al saber lo que estaba sucediendo".
"Un desprecio cruel"
Las declaraciones del australiano no fueron bien recibidas por el público en general e incluso otros medios no tardaron en lanzar críticas. El diario británico Daily Telegraph publicó un cuadro comparativo entre las 'comodidades' de las instalaciones de Nauru y Auschwitz. Mientras que la isla del Pacífico ofrece televisión, aire acondicionado, libertad y hospitales, el campo de concentración solo uniformes.
Por su parte, la Comisión Antidifamación, la principal organización de derechos civiles de Australia condenó las opiniones de Bauert, afirmando que se trata de "una trivialización y un deterioro de la memoria de las víctimas". Asimismo, la entidad instó al galeno a documentarse más sobre el Holocausto, para entender cómo sus comentarios son también "una distorsión grave de lo que ocurrió".
La comunidad judía en Australia también se pronunció y aclaró que las víctimas llevadas a las cámaras de gas en realidad pensaban que se dirigían a las duchas. Por tal razón, es "un desprecio cruel de ambos hechos de la historia y de los recuerdos y sentimientos, aún vivos, de los sobrevivientes".
La ola de críticas y comentarios obligaron al doctor Bauert a disculparse horas después de su alocución. En un mensaje en Twitter explicó que sus comentarios reflejaban las ideas de un eminente psiquiatra judío que sobrevivió a Auschwitz. "Mis más sinceras disculpas por la ofensa. Auschwitz fue una desgracia humanitaria", escribió.