Trascurridos ocho años del accidente de la central nuclear de Fukushima-1, su operadora, la Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO, por sus siglas en inglés), ha comenzado por primera vez a implementar pruebas de contacto con el combustible nuclear fundido, que se acumuló en el fondo de la carcasa de contención del segundo reactor.
La mañana de este miércoles, hacia la carcasa protectora del reactor fue bajado un tubo de 15 metros con dos 'dedos' al final, que están diseñados para recoger y subir hasta dos kilogramos de combustible, informa el periódico nipón The Mainichi.
El propósito del experimento es probar la capacidad del equipo para subir el combustible fundido. No se planea llevarlo fuera del reactor.